Guillermo Ossa * comparte con todos estas reflexiones tan inspiradoras:
Nosotros, los humanistas universalistas, estamos de regreso del futuro, y no de ahora. Hace alrededor de 40 años que venimos preparándonos para lo que hoy vemos y vivimos.
Nos hemos preocupado de crear los ámbitos humanos, ideológicos, espirituales y ambientales para lo que vemos e incluso para lo que aún no vemos, pero que sospechamos genuinamente que vendrá. Vimos que se venía la «Torre de Babel» y el colapso hace mucho tiempo y fuimos y seguimos levantando respuestas para el «Gran Cambio», este que sólo comienza y que irá progresivamente mitificándolo todo, dotando de sentido a la vida y al qué hacer humano.
Hablamos de una nueva civilización que hoy, en lucha con lo viejo, se abre paso inexorablemente.
Los individuos que atónitos sienten como si un repentino sunami apareciera sin aviso previo, exigiendo la manifestación de algo nuevo al tiempo que «terremotea» todo lo conocido, viven atemorizados y confundidos. Entonces, desde ese futuro que está en nosotros haciéndose progresivamente cada vez más presente, debemos preguntarnos: ¿Cómo ayudar?, ¿qué decir?, ¿qué hacer? ¿Cómo mostrar el maravilloso mundo que se avecina y a este ser humano evolucionado en su sentir y su amor por lo que hace, por sí mismo o sí misma, y por la especie toda ella?
¿Cómo será posible si la capa de creencias básicas (y prehistórica diría) del hoy, impiden su visibilidad en los contingentes humanos de distintas culturas y latitudes?
Pero.. ¿seguirá esto siendo así verdaderamente?
Los humanistas universalistas sabemos de la acción con sentido, sabemos sobre «soltar amaras», tenemos la experiencia sobre el gran valor del dar, sabemos que todo es con y para otros y otras. El futuro le conocemos, lo hemos vivido y nos dejamos atraer por él. Por ello, también sentimos la presión ante el sufrimiento, la violencia de todos los tipos, por la manipulación y el maltrato a los que estamos sometidos todos y todas, etc., etc. Sabemos que todo esto es por un sistema planetario, que vive dentro de muchos y fuera de todos; incapaz, corrupto, deshumanizador y desacralizador de los verdaderos valores de la vida y la belleza.
Los humanistas universalistas somos el medio por el que habla el futuro y el sentido de la vida. Ese propósito mayor que nos contiene y que ha motorizado los grandes saltos en el proceso histórico de nuestra joven especie, somos eso y no lo dudamos. Entonces, ante tanta violencia y sufrimiento humano, ante la destrucción de nuestro hogar, frente a la propaganda de los antivalores y el sueño ensordecedor que promueven los acólitos de la muerte y el sinsentido… Ante todo eso los humanistas universalistas sentimos la presión de la responsabilidad de acercar ese futuro que conocemos y vivimos a estos tiempos de aguda necesidad, de esperanza y sentido.
Ante las urgencia de hoy necesitamos hacer de guías y facilitadores para el tránsito hacia los nuevos tiempos. Necesitamos de la unidad de todos los humanistas del mundo. Nos llegó la hora para mostrarnos y mostrar con toda la fuerza de que seamos capaces ese futuro conocido. Y la gente buena, la gente simple, que son la inmensa mayoría, sabrá que se trata de la expresión de su sentir más íntimo, de un espíritu que anida en su interior, y que se trata de la respuesta a su clamor por un mundo más justo, más humano y luminoso. Dirá; este futuro querido y soñado ya está aquí.
Vamos a encender el espíritu de los tiempos venideros, hacer que en esta oscuridad en que nos encontramos, este fuego sagrado ilumine hasta el último rincón del planeta. La llama espiritual lo inundará todo y a todos y sobrevendrán tantos cambios, que las gentes se preguntarán, como saliendo de un mal sueño, cómo pudimos estar tan ciegos, tan dormidos… será el fin de una pesadilla compartida. Y viviremos finalmente este despertar hacia la nueva civilización humana y planetaria, aquella que el futuro nos mostró a los humanistas universalistas.
Y conmocionados con el alma llena, afirmaremos que ese futuro del que venimos ya llegó, para el bien de toda la humanidad.
Un fraterno abrazo
Juan Guillermo Ossa L.
Parque de Estudio y Reflexión El Remanso
Chile, 21 Agosto 2020
Nota de la redacción: Juan es Maestro en Disciplina Mental. Investigador de las enseñanzas de Silo.