Se habla mucho sobre las comidas y la importancia que tienen, pero la mayoría de los expertos sostienen que la que más peso tiene a la hora de mantener un organismo saludable es el desayuno.
Es que en términos prácticos pasamos al menos 6 o 7 horas sin ingerir ni alimentos y muchas veces tampoco agua, por lo que si estiramos ese ayuno, nuestro organismo comienza con procesos que podrían enfermarnos.
Uno de estos peligros es la diabetes, ya que existe bastante evidencia científica que vincula al ayuno (forzado o no) con un riesgo muy alto de contraer esta enfermedad. Es que la diabetes tiene dos facetas, una genética e inevitable, en la que las personas sólo pueden tratarse, mientras que la tipo 2, que tiene directa relación con nuestra dieta y hábitos diarios, puede evitarse llevando adelante algunas acciones muy sencillas: ejercitar diariamente y consumir el desayuno.
Es que según menciona Miguel Aganzo, especialista en nutrición de España, “Durante el ayuno prolongado se produce una disminución del metabolismo basal. Riñones, cerebro, hígado, intestino, corazón o músculos tienen que readaptarse para funcionar con una fuente energética que no es la más eficaz y que sólo puede resistir acorde a la cantidad de reservas de cada persona”.
Esto significa que generaremos daño a nuestros órganos al no tener una fuente de energía más eficiente que las grasas que tengamos. Pero como la mayoría de estas dietas que mencionan al ayuno como una forma de reducir todavía más el peso, seguramente esas personas no tienen ni siquiera la reserva basal como para que los órganos lleven adelante su función esencial.
Deterioro
La principal razón que explican muchos especialistas respecto del ayuno es que el cuerpo se deteriorará con más velocidad que de llevar adelante una vida que incluya el desayuno como la principal comida del día. Es que por ejemplo, si debemos tomar un transporte público o movernos en un vehículo, necesitamos una base de energía para mantenernos alerta y con la suficiente fuerza para llevar adelante la tarea, no hacerlo implica un gran riesgo.
Solución
Claro que el problema del ayuno tiene una solución bastante simple y es o bien cocinarse o pedir delivery de desayuno de una de las tantas alternativas que existen en la actualidad. Para los que creen que deben cuidarse, también existen opciones veganas, muy saludables, que incluyen jugos frescos de frutas y verduras.
Es cuestión de tomarse el tiempo (que muchas veces no es más de 15 minutos) para desayunar tranquilos, quizás aprovechar el tiempo para trabajar o “chusmear” las redes sociales, para luego encarar el día con la energía necesaria, sabiendo además que estamos previniendo enfermedades graves.