«Incalculable», esa fue la expresión que utilizó el titular de Defensa Civil de la Municipalidad, Marcos Escajadillo, a la hora de cuantificar la ayuda que los rosarinos acercaron para los inundados de la provincia. Es que la explosión solidaria en esta ciudad desbordó la capacidad de recepción de las entidades abiertas para canalizar la entrega a los santafesinos castigados por la inundación. El mismo testimonio de Escajadillo dieron el titular de Cáritas Rosario, el padre Osvaldo Bufarini, y el delegado local de Promoción Comunitaria, Daniel Bonis. Desde el martes estas tres entidades trabajaron sin descanso para recibir, clasificar, almacenar y enviar todo tipo de ayuda a la ciudad de Santa Fe y otras localidades anegadas de la provincia.
Ayer a última hora todas las entidades colectores se reunieron en la sede del Comando del Ejército y definieron que sean Defensa Civil y Promoción Comunitaria los responsables de centralizar las donaciones y los envíos hacia las ciudades afectadas.
«Las primeras horas fueron un poco desorganizadas, todos mandamos como pudimos, pero lo ideal es que la ayuda se centralice y coordinar los esfuerzos de toda la solidaridad de la gente», aseguró Bufarini.
En ese marco, tanto Defensa Civil como Promoción Comunitaria también protocolizaron los tipos de ayuda de acuerdo a cómo se maneja Cáritas a nivel nacional. Además estas reparticiones deberán velar por la seguridad de las donaciones enviadas, y en ese marco definieron que en las próximas horas se utilice el río Paraná, con barcos de la Armada Argentina, para poder hacer los traslados.
Pero el desborde no se dio sólo en los lugares de recepción de Rosario. Las toneladas de ropa y comida que salieron vía terrestre y por el Paraná también superaron las posibilidades de recepción y de distribución del Comité de Emergencia santafesino, en acción desde el inicio del desastre.
De este modo, los propios funcionarios santafesinos pidieron a las entidades rosarinas que retengan las donaciones hasta que ellos elaboren un orden de prioridades para asistir a todos los damnificados.
«Estamos desbordados. Esto es realmente una catástrofe», dijeron una y otra vez funcionarios y empleados del gobierno santafesino. Es que no sólo no se aceitaron todavía los mecanismos de distribución, sino que incluso admiten que en muchos casos se superponen esfuerzos. Es decir, existen sitios de evacuados a los que llegó doble ayuda por distintas reparticiones gubernamentales o entidades civiles, mientras que otros aún no estaban siendo asistidos.
Además, continúan apareciendo centros de autoevacuados que no estaban registrados por el propio comité de crisis y, gracias a las quejas que se conocieron a través los medios de comunicación, se les comenzó a brindar ayuda y asistencia.
A pura solidaridad
A lo largo y ancho de la ciudad se abrieron, desde el martes, cientos de sitios para recolectar las donaciones. A partir de hoy, las autoridades intentarán centralizarlas y organizarlas.
Promoción Comunitaria ya instaló una red con todas las vecinales, centros de jubilados y comedores que almacenan la ayuda en los barrios. Por su parte, Defensa Civil coordinará todas las acciones municipales y los centros recolectores que dependen de la Intendencia, también las campañas que están llevando a adelante el Concejo Municipal y el Centro de Ex Combatientes de Malvinas.
Por su parte, Cáritas centro, con todas las parroquias barriales y de localidades vecinas, se puso a disposición de estas dos reparticiones. También los gremios, agrupaciones estudiantiles y organizaciones no gubernamentales deberán reportar sus actividades a la provincia o al municipio.
«A cada persona le entregamos una constancia de lo que trae y lo mismo se hace con la entrega en Santa Fe y otras localidades. Si no hay un responsable que dé cuenta de la mercadería entregada y el destino que se le da, no se deja nada», detalló Bufarini, para despejar dudas sobre la distribución de la ayuda. Pero los rosarinos no sólo acudieron a los distintos lugares para ofrecer ropa, comida y otras mercaderías, sino que por cientos ofrecieron su trabajo voluntario. «Estamos trabajando con más de 60 personas en la recepción y clasificación de las donaciones», explicó Escajadillo.
El funcionario destacó además la cantidad de profesionales, desde enfermeros hasta bomberos, que se acercaron para ofrecer su tiempo. Sin embargo, pidió expresamente a la comunidad que se organice con alguna de las entidades que trabajan en la ciudad. «Pedimos que no se larguen solas porque lo ideal es que toda la ayuda y el trabajo se organice de acuerdo a quienes más lo necesitan», remató Escajadillo.