Lo denunció el propio secretario de Salud Pública municipal, Miguel Cappiello. En algunos sectores críticos de la ciudad, el pago de peaje para que las ambulancias puedan ingresar es moneda corriente. Para eludir la extorsión de los delincuentes el Sies ingresa a las zonas peligrosas acompañado por patrulleros. Más aún, los médicos y choferes se convierten en víctimas de robos y los vehículos sufren daños. En esas zonas donde reina la inseguridad, las unidades del Sistema Integrado de Emergencia Sanitaria (Sies) entran muchas veces acompañadas por la policía.
El propio secretario de Salud Pública municipal, Miguel Cappiello, fue el que denunció ayer que las ambulancias públicas se ven sometidas a la extorsión de los delincuentes cuando pretenden ingresar a determinados barrios. «Nosotros venimos enfrentando este problema casi diariamente», sostuvo.
Por eso, recordó que se suele tomar contacto «no sólo con la policía, sino con los propios vecinos, porque en ciertas oportunidades ellos mismos son quienes garantizan la entrada de las ambulancias y su seguridad».
El director del Sies, Jorge Stettler, confeccionó un punteado de los lugares donde las ambulancias soportan hechos delictivos. Se trata de sitios conocidos por su alta peligrosidad. Así, mencionó las zonas cercanas a España al 7000 (barrio Las Flores), Corrientes al 3800 (villa La Lata), barrio Triángulo, La Cerámica (Anchoris al 2500), Rivarola al 8000, Riobamba al 7600 (Santa Lucía) y Presidente Perón al 5200 (Villa Banana).
Allí, determinadas personas obligan a los choferes y médicos de las ambulancias a dejar dinero para poder circular. En general, les obstruyen el paso o les roban los equipos de radio. Incluso «cuando la ambulancia queda sola, luego aparece con vidrios rotos y sin los maletines que quedan en el interior; hace poco sustrajeron un electrocardiógrafo», indicó Stettler.
Estas historias se repiten a menudo. Por ejemplo, en Ameghino y Pueyrredón los paramédicos quedaron en medio de un tiroteo hace pocos días. En Moreno y Centeno, y Juan Canals y Pueyrredón se presentaron circunstancias de peligro muy similares. «Te paran y te apuntan para que les des dinero», reveló.
«Esto nos complica operativamente», agregó. Porque si bien las roturas en los vehículos son reparadas hay que parar las ambulancias para hacer los trámites del seguro.
El Sies ha planteado este problema a la policía y el pedido tuvo eco. Por eso, efectivos del Comando Radioeléctrico y de comisarías acompañan en patrulleros a las ambulancias cuando deben asistir a pacientes que viven en zonas peligrosas, especialmente de noche.
La relación entre ambas partes, según Stettler, obedece a una especie de pacto. Los agentes sirven de custodios a cambio de que desde el sistema de emergencias se brinde atención médica a los presos de las comisarías. «Aunque vamos sólo ante problemas reales; es un plan de colaboración mutua», el funcionario. Frases como «por acá no pasás si no dejás cinco pesos», parecen habituales, por lo que la presencia policial se hace indispensable. Aunque como también hay que depender de la disponibilidad de la fuerza, eso altera el ritmo de llegada. «Acá lo importante es evitar el riesgo de vida para el paciente, más allá del lugar donde viva, por eso es necesario llegar a realizar las atenciones», dijo Stettler.
Pero los robos no terminan con el instrumental de trabajo. Los delincuentes también buscan psicotrópicos que usan para drogarse. Sin embargo, ante la necesidad de que llegue la ambulancia al barrio, y sabedores de los hechos delictivos, algunos vecinos se comprometen ante los paramédicos para allanarles el camino. «Vengan tranquilos, los estamos esperando y vamos a quedarnos en la esquina hasta que ustedes terminen la consulta», suelen decir pacientes o sus familiares a los médicos conscientes de las situaciones que pueden presentarse. «De este modo hemos logrado ingresar sin ningún tipo de problemas», sostuvo Cappiello.
Donde sí se hace necesaria la custodia policial es en los hospitales. Pero, la presencia de los agentes debe pagarse y la Municipalidad sostiene que mantener esto resulta oneroso. «Lo único gratuito es el destacamento del Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca)», agregó el funcionario. Por lo demás, la Intendencia abona 17 mil pesos mensuales en concepto de adicionales.
También el gobierno provincial está preocupado por la falta de seguridad. El director de Accidentología y Emergencias de la provincia, Eduardo Wagner, mantuvo una reunión con el jefe de la Policía de Santa Fe, Ricardo Milicic, a fin de consensuar pautas de seguridad que permitan el acceso controlado de las ambulancias a las denominadas zonas peligrosas. Se acordó que en determinados horarios de la capital provincial se establecerá un punto previo de encuentro con móviles policiales que estará a no menos de 10 cuadras del domicilio donde se solicitó el auxilio. También está en preparación un cronograma de capacitación en primeros auxilios para la policía que se extenderá a los agentes de Rosario.