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Lagostomus maximus es el nombre científico de la llamada vizcacha común, un roedor de gran tamaño que vive en territorios del sur de América.
La Vizcacha está presente en el folclore y en los cuentos criollos suele aparecer como un personaje mal pagador. En uno de ellos es quien compraba tabaco a la Lechuza. Ésta, al borde de la quiebra, decide cobrarle a su cliente que la elude escondiéndose en su cueva. Por ello, desde entonces, la Lechuza de las Vizcacheras está apostada en las cercanías reclamándole su dinero.
Dado que disfruta comer cualquier vegetal, tiene tendencia a atacar cultivos, por lo que su caza está permitida durante cualquier época del año en países como Argentina, pero entre ellas tienen métodos para resguardarse. Justo cuando están listas para buscar sustento, se adelanta el macho más viejo de la madriguera, el vizcachón, para verificar que no haya peligro. Posteriormente, salen alrededor de 50 de los miembros del grupo para recolectar sus nutrientes.
La Vizcacha (Lagostomus maximus) es un mamífero que pertenece al orden de los roedores, al suborden de los caviomorfos (roedores grandes, exclusivos de Sudamérica) y a la familia de los chinchillidos. Por su tamaño ocupa el cuarto lugar entre los roedores de nuestra fauna, después del Carpincho, la Mara y la Paca.
Es de tamaño grande (para un roedor), posee el cuerpo robusto y algo redondeado. Cabeza voluminosa, orejas medianas. Cola curvada hacia arriba, relativamente corta y muy peluda. Pelaje suave y corto. (
Es de color general gris plateado o gris pardusco, con un jaspeado crema u ocre, más oscura en el dorso y más claro en los flancos. Vientre y cara interna de las patas blancuzcos. Cara con un contrastado diseño blanco y negro mas notable en el macho. Por este diseño es prácticamente inconfundible.
El macho alcanza unos 65 cm de longitud cabeza-cuerpo más unos 20 cm de cola, la hembra es menor, 40 cm aproximadamente más 13 cm de cola. El peso en los machos oscila entre 5 y 9 kg, en las hembras varía entre 3,5 y 5 kg.
El hábitat preferido por las vizcachas es el terreno no inundable de monte abierto , con suelos fáciles de excavar y que permitan la construcción de las madrigueras subterráneas características de esta especie denominadas «vizcacheras». Las mismas poseen un microclima propio que les permite vivir en zonas con amplia variación climática.
En nuestro país se la encuentra en la región chaqueña, el espinal, algunas zonas del monte y originalmente la región pampeana donde hoy esta prácticamente extinguida o subsistiendo en zonas muy marginales y relictualmente. Ha desaparecido del sur de Córdoba y Santa Fe, así como también de la mayor parte de la provincia de Buenos Aires y el este de La Pampa. La ampliación de la frontera agropecuaria la está desplazando aún más. Esto lo pudimos ver en la provincia de Entre Ríos donde el desmonte para sembrar soja o eucaliptos ha dejado al Parque Nacional El Palmar como una «isla» de vegetación nativa rodeada por extensiones de cultivos. Los guardaparques relocalizan vizcachas de sitios con vizcacheras que han de desaparecer y las traen al parque ubicándolas en cuevas abandonadas. También les complementan la dieta hasta que las vizcachas se aquerencian con su nuevo hogar.
Su alimentación es exclusivamente herbívora, prefiere hierbas y semillas, pero no desprecia otros vegetales que encuentra próximos a su cueva «barriendo» el terreno alrededor de la misma formando «peladares» que delatan su ubicación. A medida que se extiende el «peladar» va aumentando el radio hasta 200 o 300 m desde de la cueva. Lo normal son de 25 a 50 m para evitar predadores.
Son muy gregarias y forman colonias donde pueden vivir varias decenas de individuos en la vizcachera compuesta de complejas estructuras de galerías y cámaras subterráneas con varias entradas normalmente atestadas de palos, piedras y otros objetos que acarrean de las inmediaciones. La cámara principal de la vizcachera suele estar a 1 o 2 m bajo la superficie y desde esta parten túneles en varias direcciones. Un complejo central suele tener otros periféricos que son utilizados temporalmente por los machos que migran de una colonia a otra. Las hembras por el contrario son estables. Un complejo central puede cubrir una superficie de 600 m2 y haber removido para su realización unos 80 m3 de tierra. Por ello son importantes modeladoras del paisaje e influyen sobre la dinámica de todo el ecosistema. (Parera, 2002).
Entre sus predadores se encuentra el Yaguareté y el Puma, este último especialmente en Lihue Calel provincia de La Pampa y en San Luis, también el Gato Montés. El Hurón, el Zorro Gris y el Zorro de Monte pueden atacar a sus crías. También la Boa de las Vizcacheras, el Ñacurutú y el Águila Crestada.
El macho inicia la construcción de la vizcachera, realizando una galería relativamente pequeña con dos o tres bocas, de a poco se va instalando la colonia y se amplia la excavación.
A pesar de las persecuciones que sufre no se encuentra en peligro de extinción a nivel nacional ni en ninguna categoría de peligro. Por el contrario sus poblaciones son bastante estables en general aunque sufre extinciones locales en su amplio rango de distribución que abarca desde Bolivia y Paraguay hasta el norte de la patagonia en nuestro país.
Fuente: NuestroClima.com