Latas de refresco con imágenes animadas o ratones capaces de detectar el movimiento de las manos no son sólo productos de ficción de Minority Report, sino artilugios en fase final de desarrollo que en breve estarán en el mercado. Aquellos que hayan visto Minority Report seguramente se habrán quedado impresionados por la profusión y utilización de la tecnología en la cotidianeidad dentro de 50 años.
Pues bien, aunque mucho de lo que aparece no pasa de ciencia ficción, lo cierto es que algunos de los artilugios que usa Tom Cruise ya están disponibles con la tecnología actual, concretamente un ratón capaz de captar el movimiento de las manos en el aire, una pantalla LCD capaz de envolver envoltorio como la caja de cereales animada que el protagonista tira en un momento de rabia o el sistema de proyección de imágenes en tres dimensiones.
Se trata de algunos productos en fase final de desarrollo que no tardarán, ni mucho menos, 50 años en llegar al mercado.
Mouses en el aire
Las lesiones repetitivas de estrés (LRE) son un conjunto de dolorosos trastornos que se producen en las articulaciones y músculos debido a la ejecución de movimientos repetitivos; son víctimas de este tipo de enfermedades violinistas, pianistas y en general los músicos que tocan algún tipo de instrumento de cuerda o viento, pero también mecanógrafas y muchos usuarios de ordenador. Las LRE normalmente afectan a la muñeca, el brazo y/o el cuello y pueden suponer, incluso, la baja por minusvalía del trabajador.
Además de las incorrectas posturas al frente del PC y de no respetar unos parámetros ergonómicos mínimos como mantener un ángulo de 90º entre muslos, pantorillas y el suelo, y de otro tanto entre espalda, antebrazo y mesa, uno de los periféricos que más lesiones de este tipo provoca –especialmente en los tendones de la mano- es el ratón.
Para evitarlo un adolescente del sur de Gales (Reino Unido) ha diseñado y construido un nuevo ratón que, a modo de guante, se ajusta a la mano y muñeca del usuario y permite controlar el cursor del ratón moviendo ésta en el aire –como hace Tom Cruise en Minority Report-. Tobías Patterson, como se llama este joven de 16 años, tuvo la idea de crear este ratón guante después de que su madre desarrollara LRE.
La detección del movimiento de la mano se produce a través de una serie de sensores que miden tanto la velocidad de desplazamiento de la mano y como la dirección en que lo hace y la flexión de uno o más dedos para detectar el click.
Diversos fabricantes de periféricos ya se han interesado por la idea, puesto que no resultaría difícil reducir el coste de los componentes trabajando en economía de escala frente a un ratón convencional y podría ayudar no sólo a enfermos de LRE sino a que personas con movilidad reducida en las extremidades superiores puedan utilizar un ordenador de forma mucho más cómoda.
Pero las cosas no se quedan por aquí, como buen aficionado al mundo de los juegos que es, este joven ha creado una segunda versión de su aparato que elimina los cables de enlace con el ordenador de su primera versión y los sustituye por una serie de sensores de infrarrojos capaces de seguir el movimiento de una serie de marcas que reflejan esta longitud de onda, permitiendo así seguir las evoluciones del periférico. Esta nueva evolución tiene una especial aplicación en el mundo de los juegos, por lo que el espectro de aplicaciones se amplía.
El artefacto resultó ganador de un concurso de inventos organizador por el programa “La Noche Científica” de la cadena Discovery Channel y recibirá, gratuitamente, asesoría técnica en materia de patentes y diseños, aunque no económica, que es la que más premura corre en el desarrollo de este periférico ya que sus componentes no son baratos fuera a pie de calle.
LCD para envases
El laboratorio de investigación y desarrollo Philips Research, de la holandesa Philips, ha desarrollado una nueva generación de pantallas de cristal líquido (LCD) suficientemente flexibles como para envolver un teléfono móvil o cualquier otro objeto de uso cotidiano –como una lata de refresco-.
En base a este nuevo invento, la empresa está estudiando la posibilidad de crear pantalla flexibles en base a las propiedades emisoras de la luz de polímetros (PolyLED) o monómeros (OLED), dos tipos de plásticos flexible y de gran resistencia capaces de emitir luz de alta intensidad cuando se les aplica una corriente eléctrica de unos pocos voltios.
Al alterar la composición del material, el color de la luz puede ser controlada con suma precisión lo que permitiría la creación de pantallas a todo color y compatibles con el estándar RGB (rojo, verde y azul) universalmente utilizado para la creación de color.
Las pantallas flexibles PolyLED (Polímero de Diodo Emisor de Luz), por ejemplo, son ideales para envolver objetos, pues se registran pocos cambios en la luminosidad y en el nivel de contraste de la imagen aunque se visualice su contenidos desde diferentes ángulos, siendo además visibles tanto con luz diurna como nocturna y proporcionando una velocidad de respuesta suficientemente alta como para mostrar imágenes de calidad.
Vistas las explicaciones, la caja de cereales con publicidad animada en su exterior que aparece en Minority Report no parece una idea tan descabellada.
Teclados de luz
Una de las grandes desventajas de los dispositivos de bolsillo como PDAs o móviles, es que pueden resultar tan pequeños que resulta imposible integrarles un teclado QWERTY normal; esta es una necesidad de muchos usuarios a los que el sistema de reconocimiento de o las pequeñas teclas disponibles no resultan suficientes y he aquí donde entra en escena una nueva solución capaz de crear un teclado de 103 teclas a base de luz sobre cualquier superficie plana y opaca.
La idea es de la empresa estadounidense Canesta (San José, California), aunque investigadores israelíes de la empresa VKB ya presentaron un proyecto similar a principios de año, aunque no de forma comercial –como hace esta empresa-. El invento consta de un periférico que puede conectarse a cualquier Pocket PC –están en marcha las versiones para Palm y teléfonos móviles- y que proyecta la silueta de un teclado convencional mediante un láser de baja potencia; la detección del movimiento se produce cuando, al “pulsar” una tecla, el dedo interrumpe el láser que la dibuja, algo que el sistema detecta.
El nuevo invento no sólo permite a los usuarios de sistemas portátiles evitar tener que cargar con un accesorio más para sus PDA, sino que abre la puerta a usar un teclado para los que trabajan boca a bajo o tumbados hacia arriba.
Según la empresa con 15 minutos de práctica es posible acostumbrarse a la ausencia de presión bajo los dedos y usar el teclado con normalidad. Al igual que ocurre con el sistema infrarrojo del ratón-guante el rastreo de movimientos de este teclado virtual puede aplicarse desde tareas de seguridad hasta videojuegos.
Apretón de manos virtual
Dos científicos de lados opuestos del Atlántico han conseguido chocar sus manos a través de Internet en la primera demostración pública de la más avanzada tecnología de “toque virtual”. En un experimento conjunto, con un científico en Londres y otro en Boston, se ha mostrado recientemente como es posible chocar sus manos y realizar tareas simples conjuntamente a pesar de que les separan más de 4.800 kilómetros.
Los participantes pueden sentir si el otro está tirando, empujando o manipulando objetos generados por ordenador en un mundo virtual. La tecnología está al alcance de la potencia de los ordenadores domésticos pero no los 100 Mbps de ancho de banda necesarios para minimizar los retrasos y hacer que la experiencia se realice en tiempo real –retraso inferior a 130 milisegundos-.
Las sensaciones se notan a través de un pequeño brazo robótico que sustituye al ratón en las tareas de mover y desplazar el objeto en cuestión. Desarrollado por la empresa Sensable Technologies, este brazo robot –conocido como Phantom- incorpora en una extremidad un asidero similar a un bolígrafo grueso que permite al usuario sentir lo que está ocurriendo en el mundo virtual además de trasmitir los movimientos a éste.
Los equipos de investigación están situados en el University College London y en el Massachusetts Institute of Technology, MIT. El experimento fue realizado el pasado mes de mayo, pero se ha mostrado públicamente esta semana en el marco de una conferencia en la University of Southern California.