Es un gas inodoro, incoloro y no irritante, por lo que no se advierte el proceso de intoxicación. Esta posibilidad aumenta con la llegada de las bajas temperaturas y el uso indebido de artefactos calefactores.
Ante la llegada de las bajas temperaturas y el uso indebido de artefactos para atemperar el frío de esta época del año, la Secretaría de Salud y Preservación del Medio Ambiente emitió una serie de consejos para evitar intoxicaciones con monóxido de carbono.
El monóxido de carbono proviene de la combustión de leña, nafta o kerosén, entre otros carburantes. Es un gas inodoro, incoloro y no irritante, por lo que no se advierte el proceso de intoxicación.
Por ello se recomienda:
No instalar calefones en los baños, ya que además de peligrosos, están prohibidos por los entes reguladores.
Revisar calefones y estufas de tiro balanceados que tengan salidas al exterior en óptimas condiciones.
Mantener los ambientes ventilados.
Evitar la calefacción por medio de hornallas y hornos.
Inspeccionar periódicamente ambientes con calefacción central.
Además se debe efectuar consulta médica ante la aparición de los siguientes síntomas:
Dolor de cabeza.
Náuseas.
Vómitos.
Falta de fuerza.
Palpitaciones.
Mareos.
Somnolencia.
Pérdida de conocimiento y convulsiones.
¿Es lo mismo escape de gas que de monóxido de carbono?
No. Es preciso destacar que un escape de gas natural no controlado a tiempo puede devenir en una combustión indeseada, como un incendio o deflagración. Para prevenir esto al gas natural se le inyecta una sustancia que le da el olor característico. Ante la aparición de olor a gas, se debe llamar a Emergencias de Litoral Gas al teléfono 08007775427
En cambio, el monóxido de carbono es un gas inoloro que no siempre está relacionado a instalaciones de gas natural y puede generarse por una combustión de otros combustibles. El resultado de la presencia de este gas en un ambiente puede ser la intoxicación de los habitantes de la vivienda, con consecuencias graves.