El cáncer de piel directamente relacionado con la exposición solar excesiva o inadecuada aumenta en torno al 10 por ciento anual, según señaló la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (SEFAC).
El «protector solar perfecto» no existe aunque se dispone en la actualidad de nuevas fórmulas que han mejorado el grado de fotoprotección. El espectro de la luz solar que daña la piel se encuentra en la gama de los rayos ultravioletas (UV). Estas ondas son invisibles pero tienen un efecto nocivo sobre el ser humano.
Para obtener una protección óptima de la piel, el protector solar debería proteger tanto de los rayos UVA como de los UVB. Los rayos UVA llegan a la tierra durante todo el año, mientras que los UVB lo hacen en los meses del verano. Es así como los rayos UVB son un problema durante los meses del verano mientras que los UVA lo son durante todo el año.
Las recomendaciones son:
· tomar el sol de forma progresiva
· aplicarse el protector media hora antes de exponerse al sol
· evitar las horas centrales del día para tomar el sol (de 10 a 17 horas) (ante dudas en el horario de acuerdo al lugar de exposición, es recomendable no exponerse cuando la sombra de nuestro propio cuerpo (de pie) es muy pequeña)
· usar el protector solar adecuado que dependerá del tipo de piel, de factores estacionales, del tiempo y de lugar de exposición al sol
· si bien las «pantallas solares» reducen el daño causado por el sol, no lo eliminan. Por ello se deberían incrementar las medidas de protección solar utilizando sombreros, gafas, ropas adecuadas.
Otro punto que ayuda a nivel de la piel es llevar una alimentación adecuada rica en fibras, vitaminas y minerales, y tomar 2 litros de agua por día que deben aumentar si se realiza actividad física en días calurosos.