*¿Cómo es el regreso de uno de los servicios más solicitados por las
mujeres?*
*Después de seis meses de inactividad por la pandemia de COVID-19 y tras
convertirse en uno de los sectores comerciales más afectados, los salones
de belleza reabrieron sus puertas. A partir de ahora, cada local respeta un
estricto protocolo de seguridad e higiene que evita la propagación del
virus. De esta manera, más de 78 mil negocios volvieron a atender a sus
clientes. Y se cumple con el deseo de más del 60 por ciento de las mujeres,
quienes requerían la vuelta a las peluquerías porque les brinda bienestar,
placer y belleza, y sienten que la reapertura era “una necesidad”.*
Las peluquerías reabrieron sus puertas en las grandes ciudades y centros
urbanos con un estricto protocolo de seguridad e higiene. Tras convertirse
en uno de los negocios más perjudicados por la pandemia de COVID-19, los
salones de belleza presentaron su nueva normalidad cuyo fin es proteger la
salud tanto de los propietarios como de los empleados y clientes. De esta
manera, esto significa la vuelta de uno de los servicios más solicitados
por las mujeres desde que comenzó el Aislamiento Social, Preventivo y
Obligatorio. Según una encuesta realizada hace unos meses, más del 60 por
ciento de las mujeres quería regresar a la peluquería, y los tratamientos
más elegidos para hacerse eran la aplicación de ampollas, el corte y la
coloración.
En este contexto, la reapertura de las peluquerías significó una gran
noticia a nivel económico. En Argentina existen más de 78 mil salones de
belleza, que reciben más de 250 millones de visitas al año y representan un
volumen de negocio superior al 1 por ciento del Producto Bruto Interno
(PBI). Además fue un alivio para los trabajadores del sector que suman más
de 100 mil en todo el territorio nacional.
*¿Cuáles son las medidas en los salones?*
Con el fin de respetar el nuevo protocolo, los locales abrieron de lunes a
sábados, entre las 10 y las 16 horas, y a todas las personas, ya sea
personal o clientes, se les toma la temperatura. Por otra parte, las nuevas
medidas indican que en el caso de que alguien supere los 37,5 grados, se le
impedirá el ingreso y se le dará aviso a la autoridad local. En tanto,
dentro del salón, los profesionales cuentan con guantes, tapabocas y
protección visual de manera obligatoria y durante toda la estadía.
Otra de las medidas de higiene tomadas, fue el uso de un uniforme por
parte de los empleados, que no puede ser utilizado en la vía pública, y que
es lavado a diario. Además, los empleadores llevan adelante la organización
de rotaciones de los empleados durante el horario del almuerzo, para evitar
aglomeraciones en las salas de descanso. El personal también utiliza el
cabello atado y evita el uso de joyas, tal como dicta el protocolo, ya que
pueden perjudicar al correcto aseo. Bajo esas condiciones en los locales y
la responsabilidad social de cada uno, los trabajadores se sintieron muy
seguros para el regreso a sus labores.
En cuanto a los clientes, deben cumplir una serie de puntos para asistir al
salón:
-Los turnos son reservados de manera telefónica, vía chat o mail.
-Respeto a la puntualidad del turno.
-Se hace la medición de la temperatura.
-Uso obligatorio y correcto de mascarilla dentro del salón.
-Uso de alcohol en gel para desinfección de manos.
-En el caso de no contar con barbijo, la peluquería provee al cliente un
tapaboca descartable y alcohol en gel para un adecuado lavado.
-Prohibición de acompañantes. Tampoco pueden aguardar su turno dentro del
local.
– No se puede consumir bebidas o alimentos.
De esta manera, las personas que asisten al salón corroboran el
cumplimiento de todos los requisitos necesarios para evitar la propagación
del Coronavirus.
La felicidad no se encontró sólo del lado de los peinadores sino también
del lado de las clientas. Paula, de 33 años, comentó sobre su primera
experiencia con las nuevas medidas sanitarias: *“me sentí muy segura en
todo momento. Todos los que estamos de un lado y de otro nos cuidamos
porque esa es la única manera de salir adelante. Con la utilización de
tapabocas, el alcohol en gel y todos los elementos necesarios para la
higiene nos adaptamos perfectamente a la nueva normalidad. Para mí, volver
a la peluquería era una necesidad y con la precaución y los cuidados
necesarios, se pudo lograr”.*
Con este panorama, la reapertura de las peluquerías con su nuevo protocolo
de seguridad e higiene marcaron otro paso hacia la nueva normalidad que la
pandemia de Coronavirus impuso en todo el mundo. Como resultado de estas
nuevas medidas y de la responsabilidad social no sólo se retomaron las
prácticas que permiten mantener el bienestar y el cuidado físico a millones
de personas, sino también se dio un apoyo y un resguardo a una industria
que genera miles y miles de empleos en Argentina.