Si prospera la iniciativa de un grupo de empresarios locales, Rosario tendrá un parque industrial en Circunvalación y Uriburu, dentro del que también se levantaría el futuro predio ferial. La idea es aprovechar las ventajas impositivas que prevé una ley provincial para las plantas fabriles radicadas en parques industriales, impulsar el desarrollo territorial y favorecer el intercambio entre las empresas, explotando la oportunidad que abrió la devaluación para la industria regional, como un beneficio secundario de la crisis.
Estos temas, como la viabilidad económica y urbanística de la propuesta, serán el eje de un encuentro que mantendrán mañana los hombres de negocios que la impulsan con los secretarios de la Producción y Planeamiento municipal, Angel Elías y Daniel Vidal, en la Agencia de Desarrollo local.
El marco en que surge esta iniciativa está relacionado con las nuevas oportunidades que la devaluación y las posibilidades de ganar nuevos mercados traen a las industrias de la región. «En este momento hay tres líneas de trabajo muy claras: promover exportaciones, sustituir importaciones e impulsar el compre regional con asociativismo empresarial», explicó ayer Elías.
Las firmas interesadas en radicarse en un lugar específico con infraestructura adecuada y que estarán representadas en la reunión con los funcionarios del Ejecutivo pertenecen al rubro de la industria alimenticia, metalmecánica y de autopartes.
«Desde ya que esto no es excluyente, sólo tomamos la iniciativa de algunas firmas locales que buscan ampliarse o ubicarse en otro lado y requieren la creación de un parque», explicó Elías. Por ahora se trata de un encuentro preliminar, en el que también tallará Hacienda para estudiar la viabilidad económica del proyecto.
La situación que se da en Rosario no es de las más habituales. Según el funcionario, en muchas localidades que ya cuentan con parques industriales la demanda de crearlos no surgió del propio sector empresario, sino de los gobiernos municipales. En consecuencia, la falta de interés los dejó vacíos.
El impacto urbanístico
Desde el punto de vista urbanístico, el titular de Planeamiento se encargó de resaltar que el proyecto no tiene por qué impactar negativamente en la ciudad porque se trata «de un parque mayoritaria, pero no exclusivamente industrial».
Por ejemplo: de concretarse, como se piensa, en la zona de Circunvalación y Uriburu, también se alzaría allí el futuro predio ferial, otro espacio largamente planeado como una vidriera del desarrollo local.
Aun así, Vidal se encargó de dejar en claro que la delimitación espacial de carácter industrial no será excluyente.
«La radicación de lo que tradicionalmente se entiende por parque industrial, es decir, un espacio exclusivo para la industria, ya ha quedado un poco superada por la realidad: hoy en día el tipo de requerimiento que tienen las industrias no se satisface sólo con una localización», afirmó.
Un «planteo en red»
Por eso su propuesta apunta a un «planteo en red»: que algunas empresas con un determinado tipo de equipamiento tengan una localización fija, pero «con la conciencia de que también habrá otras distribuidas en el resto de la ciudad y un polo tecnológico muy relacionado con la industria sin ubicación física concreta». El resto de las plantas debería radicarse en la zona sudoeste de Rosario, por ejemplo en Ovidio Lagos de 27 de Febrero hacia el sur.
«En realidad, habría que ver de qué modo metemos a toda la ciudad en el tema de la producción», sostuvo.
Y en esa línea, alentó la idea de que las ventajas impositivas que da la provincia a empresas radicadas en parques industriales «se extiendan a las que empleen a determinada cantidad de gente, cumplan con sus obligaciones sociales, respeten las cuestiones ecológicas y trabajen junto a la Universidad en el desarrollo investigativo».