Balance de la exposición. Una muestra con resultados positivos. PERGAMINO.- La pequeña ciudad de 35 hectáreas que funcionó durante cuatro días en un campo ubicado sobre la ruta 188, a la altura del kilómetro 95, entre esta ciudad y Rojas, representó la síntesis más clara de lo que es hoy el campo argentino.
Expochacra 2006, que concluyó anteayer en esta ciudad, exhibió claramente dos nexos. El primero es el que se establece entre la demanda de los productores, ávidos por innovar, y la oferta de las empresas de maquinaria agrícola, semillas, agroquímicos, fertilizantes, servicios financieros, seguros y telecomunicaciones, entre otras.
El segundo nexo se formó entre el campo y la dirigencia política. En distintos días y horarios visitaron la muestra funcionarios del gobierno nacional, mandatarios provinciales y líderes de la oposición. Entre otros, se vio al vicepresidente, Daniel Scioli; al canciller, Jorge Taiana; al gobernador de Santa Fe, Jorge Obeid, y a los diputados Elisa Carrió, Mauricio Macri y Hermes Binner. Esas visitas le dan al agro la oportunidad de construir lazos con el mundo de la política. La agroindustria es responsable del 54% de las exportaciones argentinas, pero sus dirigentes dicen que al campo no se le da la importancia que tiene no sólo por su peso económico, sino también por su entramado social.
Un estudio de la Fundación Producir Conservando sostiene que el 35,9% de la población económicamente activa trabaja directa o indirectamente en el complejo agroindustrial. Esa cifra comprende desde el trabajador de la vendimia y el contratista de maquinaria agrícola hasta el camionero que lleva la cosecha y el analista de sistemas que diseña software para las empresas agropecuarias.
Esa vasta red, opinan muchos líderes del agro, es la que no se mira cuando se adoptan decisiones económicas fundamentales. Otra conclusión de Expochacra 2006 es que las ofertas de productos y servicios de las 418 empresas e instituciones que estuvieron allí mostraron que la competitividad del agro se construye con algo más que un tipo de cambio favorable.
Si el campo no innovara sería mucho más permeable a las caídas de los precios internacionales de los granos y a las sequías e inundaciones. En la actual campaña agrícola 2005/2006 no se llegará al récord de 84 millones de toneladas alcanzado en el ciclo 2004/2005 por la falta de lluvias. Se estima que habrá ocho millones de toneladas menos de trigo y de maíz.
La caída habría sido mayor de no haberse incorporado variedades de origen francés que permitieron altos rendimientos en el trigo, o si no se hubieran implantado híbridos de maíz genéticamente modificados.
Esos dos avances y otros más, como la siembra directa, hicieron que el agro argentino fuera tan competitivo como el de los Estados Unidos, líder de la agricultura mundial. Muestras como Expochacra 2006, además, reflejan un agro moderno. Se exhibía, por ejemplo, una maqueta del edificio del Instituto de Agrobiotecnología de Rosario (Indear), que se está construyendo en esa ciudad santafecina.
La obra, por inaugurarse en 2007, albergará a unos 200 científicos que desarrollarán plantas que curen enfermedades y cultivos resistentes a la sequía, entre otras innovaciones de la ingeniería genética. Indear es una alianza entre el Conicet, Bioceres (una empresa formada por agricultores líderes de la siembra directa) y BioSidus, el laboratorio farmacéutico que creó la primera vaca clonada.
En otros stands, además, había pequeñas plantas de biodiesel, generadores solares y eólicos y sistemas de GPS. Ese mundo diverso representa hoy al campo y fue el que se pudo ver en Expochacra 2006.
Fuente: diario La Nación – Cristian Mira