Don Giuseppe Di Rico llegó al país en 1931 desde su natal Orsogna en la provincia de Chieti. Años después comenzó a madurar la idea de agrupar a sus paisanos en una institución formalizada. Contó con el decidido apoyo de Giuliano Fosque con quien expuso la cuestión en el transcurso de una cena concurrida por un centenar de orsogneses. Alentados por la aceptación de los asistentes se dieron a la tarea de difundirla y procurar adhesiones. Así, a medida que la primitiva idea, lanzada durante aquella cena del 15 de agosto de 1964, se afianzaba, se debatió el problema sobre la jurisdicción, local o regional, que abarcaría la entidad. En un principio se acordó limitar el acceso, exclusivamente, a los nativos de Orsogna, sin embargo, pese al consentimiento que tal propuesta obtuvo fue ganando espacio la línea integracionista, que juzgó más oportuno extender el beneficio a todos los emigrados de la Región Abruzzo. A pesar del hecho tan auspicioso, la entidad debió afrontar, en esa etapa fundacional, cierta anarquía y desorientación programática, sumadas a la indiferencia y apatía de algunos miembros. Sin embargo, la perseverancia de algunos abruceses superó las adversas contingencias y pese a los problemas apuntados, en el mes de agosto de 1972 se logró adquirir el primer local social, ubicado en calle 9 de Julio 1980. Anteriormente, las reuniones de Comisión Directiva se desarrollaban en el domicilio de algún miembro que, generalmente pertenecía al presidente ocasional, como también, en el rentado local de la calle San Lorenzo 1257. La vitalidad, el dinamismo impreso en los proyectos y el estímulo de los asociados se tradujeron en logros importantes en el área cultural y social. En el mes de junio de 1982, merced a la colaboración desinteresada de los asociados se tuvo la posibilidad de adquirir un terreno, en calle 3 de Febrero 2433 y un lindero en calle Santiago 1334, dando origen a la actual sede social, de línea mediterránea, constituyendo con fe y empuje el orgulloso pasado. Desde el año 1983, un auge especial es dado por la inauguración de la Cantina Regional, convocando a la comunidad a degustar los platos típicos preparados por manos abrucesas con recetas de la región, reconocida hasta hoy por su ambiente familiar, único en Rosario. Adecuando las instalaciones por las actividades desarrolladas en la entidad, en el año 1992, real motivo de orgullo, se inaugura el Instituto Cultural Abruzzo, para institucionalizar acabadamente la enseñanza del idioma italiano, iniciada en el año 1984 a instancias de la Comisión de Damas. Funciona además, una biblioteca denominada Gabriele D´Annunzio. Con gran satisfacción la Institución que les diera vida, los impulsa a seguir creciendo, para poder decir que hoy como ayer, se conserva en el tiempo, el dicho: |