por El Submarino de Jujuy
Los dos testigos considerados clave para la condena de Milagro Sala en la causa conocida como «de los huevazos» fueron imputados por falso testimonio, a instancias del fiscal la Cámara federal de Casación, Javier de Luca.
Se trata de René Orlando Arellano y Cristina Noemí Chauque, quienes testimoniaron en el juicio oral y público que se llevó adelante en 2016, en el que fueron acusados Milagro Sala, Gustavo Salvatierra y Graciela López por el escrache en 2009 contra el entonces senador Gerardo Morales en el que manifestantes le tiraron huevos.
«Arellano y Chauque fueron imputados por falso testimonio esta semana porque las pruebas del expediente revelan que mintieron en un juicio oral y público, lo cual tiene una gravedad inusitada», señaló Luis Paz, abogado que integra el equipo de defensa de Sala y que en ese proceso judicial representó a Graciela López.
En diálogo con el programa Día 6 (FM Conectar 91.5), Paz repasó: «Esa causa tenía una serie de testigos que han ido participando en la etapa de investigación y después en el juicio, testigos que tanto Milagro como los defensores y defensoras habíamos dicho que habían sido comprados por el gobierno provincial, por el entonces senador Gerardo Morales, luego gobernador de la provincia».
En efecto, en medio de las audiencias del juicio oral y público, dijeron ante el Tribunal que Sala había instigado la protesta contra Morales. Las abogadas de la dirigente social en ese proceso, Elizabeth Gómez Alcorta y Paula Álvarez Carreras, presentaron documentación que demostraba que Arellano era empleado de la Gobernación. «Sin embargo, esta situación no tuvo relevancia para el fiscal del juicio y mucho menos para los jueces», remarcó Paz.
De todos modos, la denuncia quedó presentada. El expediente fue a la Cámara de Casación Federal y el fiscal de la Sala IV, Javier de Luca, retomó la investigación. «La denuncia vino a Jujuy y tuvo impulso recién a partir de este año», indicó Luis Paz.
«Con las revelaciones que tuvimos en estos días, Milagro se presentó como querellante y estamos esperando que el juzgado federal nos dé la debida participación», precisó Paz, y estimó que la próxima semana accederán a las actuaciones.
La denuncia no alcanza solo a Arellano y Chauque. «Queremos colaborar para que esta investigación tenga otro de camino, porque llegaron al juicio de la mano de Luciano Rivas y de Normando Álvarez García», afirmó el letrado, en referencia al abogado de Morales al momento del juicio y al actual ministro de Trabajo y Empleo de la provincia, embajador argentino en Bolivia cuando se cometió el golpe de Estado contra Evo Morales.
«En ese juicio se cometieron delitos y esos delitos fueron cometidos por dos personas, pero esas personas fueron instigadas a cometer esos delitos -amplió Paz-. Vamos a investigar quiénes fueron los instigadores. Seguramente tanto Rivas como Álvarez García han tenido alguna participación, pero debe haber más instigadores en este sentido. Hay muchas casualidades».
– ¿Qué consecuencias puede tener esta novedad en la causa original?
-Ese proceso ya ha concluido y la condena a Milagro ha sido anulada. Esto va por carriles paralelos.
-La última imputación contra Milagro Sala fue por los hechos en el barrio Campo Verde. Apareció un supuesto testigo diciendo que Milagro le había pagado para que llevara adelante las protestas y ella se presentó en la justicia para declarar que no conocía a ese hombre. ¿Se repite un patrón?
-Hay un patrón de persecución y hay un patrón de armado de causas. Pero tenemos que advertir que este patrón se ha trasladado también a otros sectores de la sociedad jujeña. Recientemente fue denunciada una lista opositora en el Partido Justicialista. ¿Y qué utilizan? Una denuncia penal de una ignota persona. Lo grave es que nuestra democracia se está deteriorando diariamente por la mercantilización de la política. Actúan sectores y factores en la política jujeña que con el bolsillo largo compran voluntades y denunciantes. Ha desaparecido la discusión política en el ámbito de la provincia de Jujuy. Y hay claramente dos responsables: en esta tarea se embarcó Gerardo Morales en 2016 y la sigue claramente Rubén Rivarola.
-Se conoció este sábado un comunicado de presos y presas políticas en el que advierten sobre el deterioro de la salud de Milagro Sala. ¿Cuál es su reflexión?
-El comunicado de las compañeras y compañeros presos políticos Jujuy se enmarca en esta tremenda persecución y hostigamiento que vive diariamente Milagro, que es la cara visible de los presos políticos de Argentina. Los compañeros han dicho ‘basta’, como Milagro dijo ‘basta’ en la nota con Juan Grabois. Entre esos compañeros está María Graciela López; Javier Nieva; María y Adriana Condorí; Patricia Margarita Cabana, ‘Pachila’, Mirtha Guerrero; Iván Altamirano y Miguel Sivila. Son compañeras/os que ya han cumplido los dos tercios de la condena y sin embargo el Poder Judicial de Jujuy las sigue teniendo detenidas/os. Estos compañeros ya han pagado. No sé si se entiende. Eso también se enmarca en toda esta situación de angustia, de deterioro físico que tiene Milagro.
-Junto a otros colegas, usted presentó una denuncia ante el Consejo de la Magistratura contra los integrantes actuales del Tribunal Oral Federal 1 de Jujuy. ¿En qué situación está ese trámite?
-Ese expediente se está tramitando en el ámbito del Consejo de la Magistratura, que le requirió hace poco al TOF de Jujuy que manden los originales del expediente. Ya hay un consejero que está a cargo de la investigación y tiene movimiento. Pero la verdad, darle un coto a esta situación tiene que ver con la movilización social. Ya pasó la pandemia, que nos atravesó a todos. La reforma judicial que esgrimía o que pedía el presidente, no va a ser posible porque se necesita fuerza política, según el presidente. Pero yo recuerdo que en el 2003 asumió la presidencia Néstor Kirchner con el 22 por ciento del voto popular y reformó la Corte Suprema. Claramente, no podemos seguir esperando la voluntad de los representantes políticos. Los sindicatos, las organizaciones sociales, la sociedad en su conjunto tiene que decirle basta a esta situación. Los salarios en Argentina y particularmente en Jujuy están depreciados. Un aumento del 12 por ciento para los estatales en la provincia es vergonzoso. Hay que salir a la calle. Si no lo van a hacer los políticos, lo haremos en la calle nosotros. La demostración de las organizaciones sociales en Jujuy más el camino de la unidad con el movimiento obrero de Jujuy es la respuesta que merecemos los jujeños.