El Vasco finalmente aceptó el convite de sus seguidores y lanzó su postulación a intendente. «Tengo una ventaja, he sido un intendente exitoso de Rosario» De esta manera Usandizaga confirmó que será candidato a intendente de Rosario, aliado al PDP y a Ricardo López Murphy. Después de casi dos años de un autoimpuesto ostracismo político, Horacio Usandizaga anunció ayer que se presentará en las elecciones del 7 de setiembre como candidato a intendente de Rosario. Decidido a convertirse en el referente de la centroderecha local, el actual senador nacional competirá desde Convergencia -la corriente interna del radicalismo que supo fundar años atrás- por fuera del Encuentro Progresista y -se presume- aliado con el Partido Demócrata Progresista y con los seguidores de Ricardo López Murphy. El ex intendente, que renunció al cargo en 1989 después de haber prometido que iba a dejar la Intendencia si Carlos Menem resultaba electo presidente, explicó que su decisión de no formar parte de la coalición con el Socialismo se debía a que no comparte las políticas que aplicó Hermes Binner en sus ocho años al frente de la Municipalidad. «Me siento con fuerza y con capacidad para hacer una buena gestión, porque conozco la ciudad y esa es una ventaja que tengo sobre mis contrincantes: he sido un intendente exitoso de Rosario», se autoelogió el Vasco quien luego contó: «Quería terminar mi carrera siendo intendente de Rosario».
A exactos dos meses de los comicios, Usandizaga confirmó ayer por radio su decisión de finalmente pelear por la Intendencia de Rosario, después de varias semanas en las que desorientó hasta a su propio entorno con sus incesantes idas y vueltas. «No estaba dispuesto, no estaba en mi ánimo ser candidato a nada, más allá de una promesa que yo le había efectuado a unos dirigentes del sector al que pertenezco de la UCR cuando hicimos la elección interna en el 2001 cuando me atreví a decir que iba a ser candidato a intendente», relató el senador nacional quien atribuyó haber cambiado su postura «al incesante pedido que me hicieron viejos amigos».
Desde aquella elección interna realizada en el 2001 Usandizaga no tuvo apariciones públicas: ni en los medios de comunicación ni el Senado mismo donde su actividad fue, cuanto menos de bajo perfil. «He decidido aceptar, más allá de los riesgos que eso implica, más allá de las críticas que voy a recibir porque me han criticado sin hacer nada. Hace dos años que no hablo por radio, por TV, no hago declaración alguna, y durante dos años escuché que dijeron de mi tantas pavadas, tantas mentiras, barbaridades, pero me he callado porque si se entra a contestar, se entra en esa rosca», recordó el ex intendente.
De todas formas, durante estos casi dos años de ostracismo político, el Vasco supo conservar ciertos espacios de poder. Así logró tejer una aceitada relación política con el gobernador Carlos Reutemann, lo que le permitió acordar con el Lole las designaciones en la Corte Suprema de Justicia de la provincia -allí ubicó a su amigo Mario Netri- y en otros organismos públicos estratégicos.
Usandizaga será el candidato a intendente de Convergencia, el sector del radicalismo que creó años atrás, que se presume irá aliado con dos fuerzas de centroderecha: el PDP y Recrear. «Sé que hay conversaciones con el PDP para llegar a un acuerdo que nos permita hacer crecer las posibilidades de ambos, del demoprogresismo y de este sector del radicalismo en el próximo compromiso electoral. Algo se conversó el viernes porque todo esto ha sido muy reciente», admitió para luego reconocer su amistad con López Murphy «con quien de vez en cuando nos comunicamos telefónicamente. Ricardo me pareció siempre una persona agradable, que va de frente, que dice las cosas claramente. Congeniamos rápidamente y tenemos una relación bastante aceitada».
El Vasco tomó distancia de la coalición que armaron días atrás el sector mayoritario de la UCR con el Socialismo. «Nosotros no tenemos nada que ver en eso, el radicalismo entró ahí, por supuesto, pero por invitación del PS. Yo no entré por eso voy a ser candidato de un sector del radicalismo que quedó afuera. La explicación no la quiero decir para no generar problemas o polémicas futuras, pero es clara. El radicalismo de Rosario no está de acuerdo -yo no lo estoy tampoco- con esta gestión que está llevando el Socialismo ¿cómo vamos a hacer una alianza con un partido cuya gestión de gobierno no compartimos?», se preguntó.
«Si la memoria de los rosarinos funciona estoy en buenas condiciones para competir electoralmente porque yo fui un buen intendente, de eso estoy convencido, además hice una buena gestión», se autoelogió el legislador quien dijo sentirse «con fuerza y capacidad para hacer una buena gestión, porque conozco la ciudad. Ahí tengo una ventaja sobre mis contrincantes, fui un intendente exitoso de Rosario».