El seleccionado inglés, ya eliminado, se despidió con un pobre empate sin goles ante Costa Rica que, tras tener asegurada la clasificación a octavos de final, ganó el Grupo de la Muerte, en un discreto partido que se jugó en el estadio Mineirao de Belo Horizonte.
Los primeros 45’ dejaron en claro a qué juegan los dos equipos, ya que Inglaterra, con un 4-2-3-1 flexible, tuvo desacoples defensivos y evidenció serios problemas para inquietar a Navas; mientras que Costa Rica, con un 5-4-1, se mostró sólido en todas la líneas y fue más profundo en ataque.
Si bien el DT inglés Roy Hodgson puso en cancha a un equipo plagado de suplentes, el seleccionado británico repitió errores de los partidos anteriores, sendas derrotas frente a Italia y Uruguay, tanto en defensa como en ataque.
Inglaterra, un elenco joven, no tuvo fútbol ni en los primeros dos juegos y mucho menos en el cierre de su participación en Brasil. Ni siquiera Lampard, el capitán, salvó las ropas. Sólo Sturridge, un buen centrodelantero, mostró algo distinto al resto de sus compañeros.
Costa Rica, en tanto, no lució en el juego, tuvo menos tiempo la pelota pero la utilizó mucho mejor. El conjunto de Pinto tiene una idea de juego definida, basada en el orden táctico, presión en la mitad de la cancha y una salida muy rápida para contraatacar.
Celso Borges en el mediocampo es quien le da equilibrio al equipo y Bryan Ruiz, un talentoso enganche, es el cerebro para explotar la velocidad de Campbell, un atacante muy peligroso.
Inglaterra en el segundo tiempo fue levemente superior y dispuso de cuatro chances de gol pero no pudo desnivelar. Así, pasaron sin pena ni gloria por Brasil, mientras que Costa Rica hizo un poco más de historia: ganó el grupo y se instaló en los octavos de final.
Ganó entre campeones
Costa Rica era el único equipo del grupo que no ganó un Mundial. Aun así, los ticos terminaron primeros en su zona.
FG_AUTHORS: La Capital – Ovación