La bóveda del Banco Central es una construcción flotante, a prueba de humedad, de casi un siglo pero impecable.
Quienes la recorrieron, relatan que es como una cárcel: un pasillo largo, con celdas a los costados. En otro tiempo, esas habitaciones estaban llenas de billetes. Hoy, los pesos y dólares se mueven. Quedan algunos fajos de moneda extranjera. En una de las celdas, apilados en seis columnas, tres por lado, había, hasta hace poco, unos 4200 lingotes de oro. Hoy son menos, porque la entidad envió existencias a Londres. Habrían salido del país unos USD 400 millones, equivalentes a 430 lingotes, a la cotización del viernes 28 de junio.
La cifra exacta es un misterio. El Banco Central no dio ningún detalle sobre la operación, que denunció el diputado y secretario general de la Asociación Bancaria, Sergio Palazzo. El ministro de Economía, Luis Caputo, confirmó en una entrevista con LN+ el envío de oro a Gran Bretaña. “Es una movida muy positiva, porque hoy tenés oro en el Banco Central que es como si tuvieras un inmueble adentro que no se puede usar para nada. Si lo tenés afuera, podés obtener retornos”, dijo. “Es mucho mejor tenerlo custodiado afuera, donde te pagan algo”, agregó.
Ese “algo” que pagan por invertir el oro en Londres es del orden de 0,3 o 0,4% anual, precisó Jorge Carrera, vicepresidente del BCRA durante la última gestión de Miguel Pesce. Es un retorno mínimo, que apenas cubriría los costos logísticos asociados a movilizar el metal.
Por eso, en la city se sospecha que el oro fue trasladado para usarlo como colateral en un préstamo con bancos, que se está negociando para garantizar el pago de capital a bonistas por 2800 millones de dólares en enero. El Gobierno informó que ya giró, por adelantado, el monto correspondiente a intereses a cuentas en Nueva York, para intentar calmar las dudas crecientes sobre la sostenibilidad de la deuda. “Nosotros ya tenemos cerrado el rollover. Con lo cual lo único que tenemos que garantizar son los intereses. Nosotros ya tenemos armadas las repo para el año que viene, por si nosotros queremos salir al mercado y no conseguimos para rollear, tenemos la repo para cubrir”, dijo el presidente Javier Milei a Neura. “¿Vos te das cuenta de lo que estoy diciendo? Es decir, nosotros pagamos como sea”, añadió.
El repo es un préstamo de corto plazo. Los bancos suelen prestarle plata al Tesoro o al Banco Central, pero exigen una garantía o colateral a cambio. Son operaciones habituales, pero suelen usarse como respaldo de títulos públicos. Lo elevado del riesgo país obligaría al Estado a pagar un costo muy alto por esa garantía. El oro reduciría ese precio. Para eso, debe depositarse en el exterior. El exministro de Economía Martín Guzmán lo graficó con elocuencia: “Un repo es como empeñar las joyas de la abuela. Das el oro a cambio de dólares”.
El oro y el trader
El Banco Central tiene en sus reservas 1.984.960 onzas troy de oro, en lingotes de “buena entrega” o good delivery. Cada lingote de este tipo pesa aproximadamente 12,4 kilos, o 400 onzas. Son unas 4962 barras, de unos 25 centímetros de largo por 7 de ancho y 3,5 de alto, según el estándar internacional. Se toleran ciertos desvíos que hacen que varíe la cantidad exacta.
Esos lingotes suman USD 4781,6 millones, según la cotización de ayer. El oro vive un momento de gloria: su precio subió casi 17% en lo que va del año. Casi USD 700 millones de la acumulación de reservas brutas de los últimos siete meses (aumentaron USD 4352 millones hasta el lunes 22) se explica por la valorización de este activo.
Hasta comienzos de junio, había unas 4200 barras en la sede de Reconquista 266 y el equivalente a USD 600 millones en Londres, enviados allí durante la gestión de Federico Sturzenegger al frente del Banco Central. Ahora se habrían enviado a esa plaza otros USD 400 millones, según denunció la oposición.
“Es llamativo que no se haya comunicado nada”, dijo Guillermo Hang, exdirector del Banco Central e integrante de Suramericana Visión, la consultora de Guzmán. “También, que el presidente y el ministro no parecen de acuerdo en las razones para hacerlo”, añadió. En su opinión, los argumentos de Caputo y Milei pueden no ser incompatibles. “El oro está a un valor bastante alto. Si el Banco Central estima que su precio puede caer, puede buscar una ganancia al hacer el repo, equivalente a venderlo hoy y recomprarlo más barato en un futuro”, le dijo a Cenital.
Riesgo de embargo
Carrera advirtió en X que, aunque escaso, existe un riesgo de que ese oro, en Londres, quede a tiro de embargo. “Hay algunos juicios abiertos en esa jurisdicción y otras jurisdicciones. Recuérdese el tema con las reservas en oro de Venezuela en el Reino Unido que, créase o no, se le asignaron al llamado gobierno legítimo de Juan Guaidó, o el tema con los USD 300.000 millones de Rusia en la UE. O el embargo al BCRA en sus tenencias en la Fed de Nueva York por varios millones de dólares, que el Banco tardó bastante tiempo en recuperar”, escribió. “Imagino que habrá un sólido informe jurídico qué recomienda enviar las reservas y se evaluaron los beneficios menos los costos efectivos (de transporte entre otros) y potenciales (probabilidad de embargo)”, continuó.
El ex vicepresidente del Banco Central hacía mención a un largo juicio que tuvo que afrontar el Banco Central. En 2006, los fondos buitre NML y EM lograron que el fallecido juez de Nueva York Thomas Griesa dictara un embargo sobre unos USD 150 millones de reservas del Banco Central que estaban alojadas en la Reserva Federal de Nueva York. Consideraba que el Banco Central era alter ego del Tesoro argentino y, por lo tanto, sus activos eran embargables.
Al Estado le costó siete años levantar ese embargo. Recién en 2013, y luego de argumentos legales que insistían en el rol independiente (en lo formal) del Banco Central, la justicia estadounidense liberó los fondos. En 2015, un fallo de la Corte de Apelaciones ratificó que las reservas son inembargables. Respiró, también, el Tesoro de Estados Unidos, que jugó a favor del país porque Griesa puso en peligro su rol dentro del sistema financiero internacional.
Carrera era funcionario del Banco Central en aquel entonces. “La clave para levantar el embargo fue demostrar que el Banco no es el alter ego del Gobierno Central, sino que es independiente, pero fue un lío”, recordó, en diálogo con Cenital. “Por eso, que hablen sobre el envío de oro al exterior Milei y Caputo, es un error. Debería hablar Bausili”, sostuvo.
En Londres, Argentina lidia con un fallo en contra por casi USD 1450 millones. El mes pasado, un tribunal de apelaciones ratificó que el país debe pagar a los fondos Palladian Partners, HBK Master Fund, Hirsh Group LLC y Virtual Emerald por sus tenencias de cupones PBI, un instrumento residual del canje de deuda de 2005. Esos bonos se pagaban cuando el PBI de Argentina crecía más de 3,3% anual. Los fondos reclamaron porque, en 2013, el INDEC cambió la manera de calcular el PBI y se pagaron menos intereses.
Es uno de los tantos juicios que le quedan al país. El más cuantioso y rimbombante es el de la expropiación de YPF. Argentina cerró un acuerdo con Repsol, socio mayoritario, pero no extendió esa oferta a los accionistas minoritarios. Burford obtuvo una sentencia favorable por USD 16.000 millones en Nueva York. Una de las causas atadas a esa demanda sostiene que el Banco Central es alter ego del Gobierno.
Fuente: CENITAL
Autor: Esteban Rafele