El escritor colombiano Gabriel "Gabo" García Márquez murió este jueves a los 87 años. Aquí algunos detalles y algunas frases para recordarlo…
El escritor colombiano Gabriel García Márquez murió este jueves a los 87 años en su casa de la Ciudad de México. Falleció rodeado por su familia, según confirmaron el diario Reforma y El Tiempo de Colombia.-
Apenas se dio la noticia del fallecimiento del escritor, a las 14.55 (hora local), llegó a la casa la conductora Fernanda Familiar llorando y, minutos después, su colega colombiano Guillermo Angulo, un amigo de toda la vida, quien aún no conocía el anuncio del deceso, informó Reforma.
García Márquez, quien falleció durante la tarde de este jueves, es considerado uno de los más grandes escritores de la lengua española. Fue una figura central del Boom Latinoamericano y ganó el Premio Nobel de Literatura 1982.
Frases para recordar a Gabriel García Márquez
"Los seres humanos no nacen para siempre el día en que sus madres los alumbran, sino que la vida los obliga a parirse a sí mismos una y otra vez".
"El cuerpo humano no está hecho para los años que uno podría vivir".
"Es un triunfo en la vida que la memoria de los viejos se pierda para las cosas que no son esenciales".
"A mí me hubiera gustado morirme por mi cuenta, pero si mi destino era ése, yo tenía que asumirlo".
"No hay medicina que cure lo que no cura la felicidad".
"El deber revolucionario de un escritor es escribir bien".
"Ofrecer amistad al que busca amor es dar pan al que se muere de sed".
"Para los europeos, América del Sur es un hombre de bigotes, con una guitarra y con un revólver".
"La memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y gracias a ese artificio, logramos sobrellevar el pasado".
"Jubilemos la ortografía, terror del ser humano desde la cuna: enterremos las haches rupestres, firmemos un tratado de límites entre la ge y la jota y pongamos más uso de razón en los acentos escritos, que al fin y al cabo nadie ha de leer lagrima donde dice lágrima ni confundirá revolver con revólver. Y que de nuestra be de burro y nuestra ve de vaca, que los abuelos españoles nos trajeron como si fueran dos y siempre sobra una".
"Uno no es de ninguna parte mientras no tenga un muerto bajo la tierra".
"El deber de los escritores no es conservar el lenguaje, sino abrirle camino en la historia. Los gramáticos revientan de ira con nuestros desatinos, pero los del siglo siguiente los recogen como genialidades de la lengua. De modo que tranquilos todos: no hay pleito. Nos vemos en el tercer milenio".
"El matrimonio, como la vida entera, es algo terriblemente difícil que hay que volver a empezar desde el principio todos los días, y todos los días de nuestra vida. El esfuerzo es constante, e inclusive agotador muchas veces, pero vale la pena. Un personaje de alguna novela mía lo dice de un modo más crudo: ‘También el amor se aprende’".
"Yo creo que todavía no es demasiado tarde para construir una utopía que nos permita compartir la tierra".
"No llores porque ya se terminó… sonríe porque sucedió".
"Un hombre solo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo cuando ha de ayudarle a levantarse".
"El éxito no se lo deseo a nadie. Le sucede a uno lo que a los alpinistas, que se matan por llegar a la cumbre y cuando llegan, ¿qué hacen? Bajar, o tratar de bajar discretamente, con la mayor dignidad posible".
"Basta abrir los periódicos para saber que entre nosotros cosas extraordinarias ocurren todos los días".
"Quizá Dios quiera que conozcas mucha gente equivocada antes de que conozcas a la persona adecuada, para que cuando a fin la conozcas, sepas estar agradecido".
"La vida no es lo que uno vivió, sino que lo que recuerda, y cómo la recuerda para contarla".
Dile que sí, aunque te estés muriendo de miedo, aunque después te arrepientas, porque de todos modos te vas a arrepentir toda la vida si le contestas que no.