Fader se vendió muy barata a un empresario y no será cooperativa. Los ex trabajadores de la única fábrica de compresores para refrigeración, ayer recibieron la noticia con mucha bronca. La ex fábrica se vendió en sólo 1 millón 200 mil pesos. Con una mezcla de decepción y bronca, los trabajadores de la ex Fader recibieron ayer la noticia sobre la venta de la planta ubicada en Ovidio Lagos 4650. La jueza en lo civil y comercial número 5 de la ciudad de Santa Fe, Mirta Malfante, se la otorgó al empresario rosarino Jorge Guidetti, propietario del lavadero Virasoro, por 1 millón 200 mil pesos, mientras la cooperativa de trabajadores elaboraba un plan productivo sustentable que les permitiera volver a poner en marcha la única fábrica de motocompresores herméticos para refrigeración del país.
«Está claro que nunca existió la voluntad de hacerle lugar a la propuesta de reabrir. Nos tuvieron 60 días para dejarnos entrar a ver las instalaciones, y a los pocos días, la vendieron», se quejó José Abelli, presidente del Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas, mientras Víctor Aranda, uno de los 300 que esperaban recuperar sus puestos de trabajo, consideró que la jueza «los traicionó».
Desde el comienzo, la actitud de Malfanti fue reticente a tomar en cuenta el planteo de los trabajadores. «Vamos a pedir el juicio político a la jueza, que no nos quiere dar las máquinas ni los planos, instrumentos que sólo resultan útiles para los trabajadores», adelantó Abelli, mientras se organizan actos y protestas frente a la fábrica. Además, el propio ministro de Obras Públicas e Infraestructura de la Nación, Julio de Vido, se mostró interesado en la propuesta, ya que Fader es la única empresa del país en condiciones de producir bochas de frío para heladeras, freezer y equipos de aire acondicionado. «No sólo permite recuperar fuentes de trabajo, sino que abarata los costos para las fábricas de heladeras nacionales, que no deberán importar los equipos», afirmó Aranda.
La suerte de la cooperativa de los trabajadores de Fader está echada en el terreno judicial, pero no por eso el Movimiento que lidera Abelli se quedará de brazos cruzados. «Hemos tenido reuniones con el gobierno nacional, el municipio se comprometió con la reactivación de Fader, pero hay un solo ausente: el gobierno provincial. El gobernador Carlos Reutemann ni siquiera nos atiende», se indignó el dirigente, quien recordó que los trabajadores de Fader cobrarán sólo el 3 por ciento de las indemnizaciones, mientras el abogado de la sindicatura se llevará un millón de pesos sólo en conceptos de honorarios por la deuda con la Afip (Administración Federal de Ingresos Públicos). «Necesitaban vender la fábrica para solventar el proceso de quiebra, que ha gastado a cuenta de los activos para liquidar», disparó Abelli.
Fader cerró en 1998, cuando Tool Research (la empresa de Sauce Viejo que la había comprado) se declaró en quiebra. Desde hace más de un año, sus trabajadores insisten en la Justicia para solicitar que se tenga en cuenta su plan reactivador, pero no tuvieron eco. Después de una solicitud de la magistrada para que no ocuparan las instalaciones, a cambio de considerar la propuesta, la cooperativa se encuentra ahora sin herramientas: el terreno fue vendido, y el destino del 25 por ciento de las máquinas que todavía no fueron rematadas es incierto.