En una sola operación por laparoscopía, un equipo médico de la ciudad le extrajo a un paciente su riñón derecho y la vesícula. Que la cirugía haya durado cuatro horas no impidió que el hombre pudiera regresar a su casa, casi sin cicatriz, apenas medio día después de haber sido intervenido. El paciente padecía de hipertensión arterial provocada por el mal funcionamiento del riñón y se le habían diagnosticado múltiples cálculos en la vesícula, por lo que se decidió extraerle ambos órganos. Para hacerlo, con anestesia general, sólo se le practicó una pequeña incisión en el ombligo, lo que prácticamente no le dejó cicatriz.
La cirugía se realizó en el sanatorio Parque, donde no había antecedentes de ese tipo de operaciones. Lo singular del caso fue que «se pudieron resolver dos patologías benignas por vía laparoscópica en un solo acto quirúrgico», afirmó ayer el doctor Lelio Zeno, uno de los miembros del equipo a cargo de la operación, donde también participaron los médicos Juan José Boretti y, en carácter de ayudantes, Fabio Sánchez Mazaferri y Carlos Capitein Funes, bajo la supervisión del jefe del servicio de Urología, Angel Bilesio.