Jerome Cahuzac, ministro de Hacienda durante el gobierno del socialista Francois Hollande, fue condenado por el Tribunal de Apelación de París a cuatro años de prisión…
NUEVAREGION.COM · Mundo · Política · Policiales
Condenado a cuatro años y una multa de 300.000 euros por haber ocultado que tenía una cuenta bancaria en el extranjero.
Cahuzac, abanderado de la lucha contra el fraude fiscal durante su paso por el Ejecutivo socialista, entre mayo de 2012 y marzo de 2013, renunció cuando quedó en evidencia que había defraudado al fisco, después de negarlo durante meses.
A la salida del tribunal, su abogado, Éric Dupond-Moretti, calificó la sentencia de «equilibrada» y mostró su intención de solicitar la suspensión de la condena, pues su cliente «no merece ir a prisión».
«No es una victoria de la defensa, es una victoria de la justicia», declaró Dupond-Moretti, quien recordó que, al tratarse de una pena de dos años, podría no implicar la entrada en prisión si los jueces tienen en cuenta su capacidad de reinserción.
Cahuzac protagonizó uno de los mayores escándalos del mandato de Hollande, tras descubrirse que poseía una cuenta en Suiza desde 1992 y que la había ocultado en sus declaraciones fiscales.
En 2009 transfirió los 600.000 euros que guardaba en secreto a Singapur, valiéndose de sociedades con sede en Panamá y en las islas Seychelles.
La apelación redujo algo la pena impuesta en primera instancia en 2016, que era de tres años de prisión, recordó la agencia de noticias EFE.
El ex ministro afirmó en el primer juicio que el dinero procedía de la industria farmacéutica, que había dado fondos para la campaña de las elecciones presidenciales francesas de 1995.
Según su versión, iba a dirigir este capital al candidato que apoyaba, el socialista Michel Rocard (fallecido en 2016), que «ignoraba» estos movimientos financieros y que no llegó a aspirar a los comicios.
Aunque en un primer momento Cahuzac negó la información, publicada en 2013 por el medio digital Mediapart, la publicación de unas grabaciones comprometidas del año 2000 en las que hablaba de su cuenta llevaron a Hollande a expulsarlo del gobierno.