12 de septiembre de 2008
Evo y el pueblo boliviano enfrentan al racismo y el odio del antihumanismo.
La oposición boliviana no logró el apoyo popular en el reciente referéndum, siendo derrotada por más del 60% de los votos y tampoco logró el apoyo internacional para derrocar al gobierno de Evo Morales. En vez de asumir su derrota en un proceso democrático, han tomado una decisión abominable y monstruosa: desestabilizar al gobierno boliviano a cualquier precio, sin reparar en vidas humanas, poniendo en peligro a toda la sociedad sin importarle ni sus propios hijos ni su propia sangre.
Aún cuando al gobierno de Bush le quedan pocos meses de subsistencia, tiene todavía el tiempo suficiente para continuar creando desastres a la humanidad, en Georgia, en Irak, en Afganistán y sin duda que ahora en Bolivia.
La expulsión del embajador norteamericano de La Paz es un acto valiente y un llamado de atención a toda la comunidad internacional para que impidan el intervencionismo norteamericano apoyando a una oposición enferma de odio y violencia.
Pedimos a todos los gobiernos del mundo que convoquen al embajador de Estados Unidos en cada país a dar explicaciones de lo que está sucediendo en Bolivia. No pueden permitir esta intervención sin una mínima muestra de preocupación. Estados Unidos tiene que enterarse que el mundo ha cambiado y que no puede incentivar la división de facciones al interior de los países.
Llamamos al pueblo boliviano, en particular al que apoya a la oposición, que no se deje arrastrar por los discursos encendidos y no se dejen contagiar por el odio, los insultos, el racismo, la histeria de los líderes irresponsables que arriesgan las vidas ajenas para lograr sus intereses.
Llamamos al pueblo boliviano, al que está con Evo y el proceso de transformación, que resista en forma No Violenta toda provocación, que resista la ofensa, y que continúe su lucha No Violenta, que se unan en este momento en torno a la figura de Evo Morales porque no es momento para discusiones ni divisiones; es momento de resistir a través de la no violencia, de unirse y avanzar hacia el plebiscito de la Constitución.
Los humanistas del mundo nos unimos para exigir de nuestros gobiernos el repudio a la intervención norteamericana en Bolivia; llamamos a nuestros gobiernos a que apoyen decididamente el mandato popular del pueblo boliviano expresado democráticamente en el reciente referéndum.
Por nuestra parte, expresamos nuestra total solidaridad y respaldo al Presidente de Bolivia, Evo Morales y al pueblo boliviano que busca construir un futuro mejor.
Tomás Hirsch
Vocero del Humanismo para Latinoamérica