La pieza inspirada en la vida de Rita la Salvaje está protagonizada por la cantante Emme y Lidia Catalano. Rita, el musical» se presenta en el teatro El Círculo.
La cantante Emme debutó en el rol de actriz con el conocido personaje de la noche rosarina. |
Después de cumplir una exitosa temporada en Buenos Aires, la obra «Rita, el musical» llega a Rosario. En la noche del estreno local de la pieza estará presente la verdadera protagonista de la historia, Juana González, quien se hizo conocida con el nombre artístico de Rita, la Salvaje. La obra, que evoca la figura de la legendaria artista de variedades, es representada por la cantante Emme, y la actriz Lidia Catalano, quienes encarnan a Rita en diferentes momentos de su vida. Las funciones serán hoy, mañana y pasado mañana, a las 21, y el domingo, a las 20, en el teatro El Círculo, Laprida y Mendoza.
Catalano contó que Rita, la Salvaje no es un personaje nuevo en su vida, y reveló que tuvo las primeras referencias sobre la desnudista cuando la celebridad de los números que ofrecía Rita en los cabarets rosarinos llegó a Buenos Aires. «Tenía referencias sobre ella desde mucho tiempo antes de hacer este trabajo, y también por mi padre y por mis tíos que la venían a ver a Rosario», contó la actriz.
El momento de confrontar el mito con la realidad llegó cuando Juana asistió a la primera función del debut porteño en el teatro Maipo. El personaje está delineado por el texto de Gonzalo Demaría y la intérprete explicó que en su trabajo puso el acento en el aspecto más vulnerable de Rita. «Me impresionó como una persona que no claudicó a pesar de todo y por eso le di más espacio al aspecto humano», comentó Catalano, y añadió: «Es una persona que sufrió y pasó alegrías. Inclusive el día del estreno ella se refirió a eso con estas palabras: «Todo esto me pasó a mí, pero todavía estoy viva».
Asimismo, aseguró que el trabajo de Rita trascendió porque fue un desafío para las costumbres de la época. «Hay que remontarse a ese momento, con todos sus acontecimientos sociales y políticos -destacó-, para entender la trascendencia que tuvo el trabajo de Rita, algo que para empezar fue original, porque no lo había hecho nadie».
Actualmente un desnudo en escena no es un recurso que no asombre especialmente, aunque suele recurrirse a él cuando se busca un efecto impactante. «Hoy se usa cuando se quiere provocar y hacerse el transgresor, pero creo que ser transgresor es hacer lo que se debe en el momento justo -explicó-. Desde lo artístico, que haya un desnudo que se usa como una excusa comercial, es una idiotez».
Catalano recordó que ella misma fue protagonista de una escena en la que debía aparecer sin ropa en la obra «Real envido», de Griselda Gambaro. «Fue porque el texto lo solicitaba, pero además fue algo muy bien hecho -recordó-. Con esto quiero decir que en caso de que que un desnudo sea necesario es mejor sugerir porque la cabeza y la fantasía de cada uno se dispara y aporta lo que no se muestra».
Ficción y realidad de una figura legendaria
Lidia Catalano ofrece una conmovedora interpretación de Juana González en su madurez. La obra comienza cuando un periodista llega al hospital neurosiquiátrico donde está internada Rita con la intención de hacerle un reportaje. Los recuerdos que le relata la anciana son el sustento para las escenas de la una historia en la que se mezclan la realidad y la ficción.
La obra está inspirada en hechos reales de la vida y la carrera artística de Juana González, que bajo ese seudónimo cautivó durante casi tres décadas al público del interior del país y muy especialmente al de Rosario con sus famosos números de strip tease.
El proyecto, una idea original de Lino Patalano, convocó a un grupo de reconocidos artistas que tuvieron a su cargo las distintas partes de la puesta en escena. La coreografía estuvo a cargo de Elio Marchi, la música es de Alberto Favero, el vestuario lo diseñó Renata Schusshein y las coreografías pertenecen a a Ana María Stekelman y Ricky Pashkus, quien además tuvo a su cargo la dirección.
El elenco cuenta además con sólidos trabajos de los actores Héctor Malamud y también cubre distintos roles los rosarinos Pablo Grande y Segastián Gribodo, entre un numeroso elenco.
Fuente: diario La Capital