Docentes y alumnos de la escuela Nº 458 de barrio Moreno crearon un espacio de mediación para disminuir el hostigamiento en el seno escolar. Aseguran que el proyecto dio buenos resultados.
El intendente Leonardo Raimundo recibió a representantes de la comunidad educativa de la escuela secundaria Nº 458 de barrio Moreno, que han puesto en marcha una novedosa y eficiente iniciativa para detener el bullying entre los alumnos.
NUEVAREGION.COM · San Lorenzo · Prensa SL
Hace dos años, la tutora de la institución, Jorgelina Gauna, trabajaba junto a docentes la problemática de la violencia y advirtieron situaciones frecuentes de hostigamiento que las movieron a buscar una solución creativa a un fenómeno creciente. Para ello, abrieron un espacio de mediación en cada una de las aulas y convocaron a los chicos para una tarea conjunta y participativa, ubicándolos en el centro de la escena en la que se resuelven los conflictos.
Delegados de cada curso conforman un grupo núcleo encargado de detectar relaciones atravesadas por el maltrato y de invitar a sus compañeros a dialogar sobre las razones de los conflictos. Los estudiantes de 4º y 5º año son los mediadores de las charlas que además son supervisadas por los profesores.
“Muchos padres acudían a los docentes para decirles que los chicos no querían ir a la escuela y no sabían cuáles eran los motivos. Nos pusimos a indagar, descubrimos que había problemas de bullying y así surgió el proyecto, con ese diagnóstico de la situación”, relató Gauna.
La implementación de la metodología demandó una etapa de elaboración conjunta entre la tutora, docentes y alumnos: “Nos llevó un tiempo explicarles a los chicos el concepto de mediación y que entendieran que no había que tomar partido por ninguna de las partes. Incluso se ofrecieron como delegados chicos que practicaban bullying, fueron aceptados y cambiaron su comportamiento notablemente”.
En este sentido, la profesional destacó los grandes resultados que ha arrojado la experiencia: “Los delegados reciben algunas cargadas, pero la estrategia de ellos es magnífica porque tienen una gran capacidad de diálogo. En líneas generales tenemos al bullying muy controlado y está buenísimo porque es gracias a los chicos”.
Una de las alumnas delegadas, Nélida Capó, remarcó la transformación que a partir de la apertura de este espacio de negociación se produjo en la conducta de muchos de los adolescentes antes maltratados. “Hubo un cambio en la actitud de muchos chicos que se sentían mal al ser discriminados y no querían ir a la escuela. Con esto, cambiaron, se abrieron y se pusieron más comunicativos”.
Por su parte, Raimundo elogió la iniciativa y se comprometió a aportar todos los recursos de los que dispone el gobierno municipal para que se replique en las demás escuelas de la ciudad: “Es una labor participativa excelente de los propios miembros de la comunidad estudiantil porque la mediación es eso: intercambio entre pares sin que haya un tercero que ejerza como autoridad. El hecho de que ustedes estén participando genera un contraejemplo positivo”, dijo dirigiéndose a los jóvenes.
Los alumnos ya mantuvieron una charla con sus pares del colegio San Carlos y están dispuestos a compartir su experiencia con chicos de otras escuelas. Paralelamente, Jorgelina Gauna está impulsando la apertura de una instancia de encuentro para los padres, con el propósito que se involucren en el abordaje de este y otros problemas surgidos en el seno escolar.
“El año pasado hicimos un estudio para buscar las razones del fenómeno y llegamos a la conclusión de que había cuestiones contextuales familiares que incidían. Queremos hacer un grupo núcleo de papás que trabajen juntos y se reúnan cada quince días o un mes”, concluyó la tutora.
De la reunión con el intendente participaron también los alumnos Eduardo Troncoso, Walter Lartigau y una de las mamás involucradas en el proyecto, Viviana Zapata.