Nota: Carlos Saavedra, Diario Popular. Foto: Prensa ACTC
Guillermo Ortelli se quedó sin discusión con la 9ª fecha del TC en Nueve de Julio. No tuvo contras el saltense, en una carrera que dominó a voluntad y en la que los Chivos ocuparon los 4 lugares de adelante. Pechito, desdibujado, abandonó y perdió la punta del campeonato. La siguen en Termas.
Nueve de Julio (Enviado especial) – Cuando se lo escucha hablar, Guillermo Ortelli da la impresión de estar mas allá del bien y del mal; se toma con calma hasta el logro mas impresionante como fue coronarse 5 veces campeón de Turismo Carretera, la categoría abanderada del automovilismo argentino. Repitió esa lógica personal ayer, al cabo de abrochar su 26º victoria personal en el Autódromo de Nueve de Julio.
Impecable, sobresaliente la nota para el saltense, para mandarse una carrera como a él le gusta, contando con un auto inmejorable y escapado en la punta con una diferencia tranquilizadora. Una victoria construida desde el pique inicial luego de una breve puja con el cada vez menos sorprendente Agustín Canapino.
Empezaba el festejo loco de los hinchas del Chivo, acelerado cuando comprobaron que luego de la anodina carrera, con Ortelli a la cabeza, arrojó 4 Chevys. Y pudieron ser 5 de no haber mediado la rotura del motor de Matías Rossi… en la última ronda.
Christian Ledesma bañó de felicidad al JP Racing, que no llegó a ser plena tal vez debido al presente del equipo, tras el alejamiento de Guillermo Kissling debido a disputas personales con el dueño, Gustavo Lema. El marplatense quebró la resistencia de Canapino (por 2ª vez al podio) cuando el hijo del orgulloso constructor intentó por afuera superarlo a Ortelli en el amanecer de la final.
Fiesta de Chivos en Nueve de Julio, con la Copa de Oro, el playoff a la vista, que cada vez más aclara quienes serán los 12 que irán por la corona una vez sorteadas las 2 fechas restantes (Termas de Río Hondo y Buenos Aires), antes del arranque de la serie decisiva de 5 carreras que, se vislumbra con diferencias respecto al primer experimento, polémico si los hubo, de 2008.
Ortelli, que entró apretado el año pasado para explotar y hacerse de la 5ª corona, se arrima esta vez desde la punta del campeonato conquistada merced a la victoria inobjetable, y a los sobresaltos de alguno de sus oponentes. Tal vez esos sobresaltos se notaron más en el tenue rendimiento del Torino del HAZ de José María López, que en momento alguno del fin de semana se mostró como se lo ha conocido y que, vaya detalle a esta altura, lo llevó a perder la punta del campeonato para caer al 6º puesto. En la serie un trompo en la chicana al pisar aceite lo mandó a largar retrasado en la final que no terminó al romper la suspensión delantera en la vuelta 12, de la que dijo no sin fastidio poco entendible, no tuvo que ver el roce con el Tati Angelini.
También se habrá sentido frustrado Norberto Fontana, cuando el motor del Dodge lo dejó de a pie en la 11 y lo hizo caer al 5º lugar en las posiciones. Un casillero atrás de Diego Aventín, 5º con el mejor Ford y 4º en el campeonato en el que, para aspirar a pintar el “1”, debe aún la victoria indispensable. Lejos, sometidos, anduvieron los Fores, escalonados atrás del Pumita, Juan Bautista De Benedictis, Mariano Werner, Matías Jalaf y el Pato Silva, que a diferencia de 2008, pugna de hacerse de un lugar en el playoff que lo dejó sin título la temporada anterior.
Playoff a la vista
Qué cosa, el TC no se viene luciendo con las carreras; la visita a Nueve de Julio no pudo catalogarse de atrayente para las alrededor de 25 mil almas acomodadas atrás de los alambrados, dando crédito a la convocatoria que dispara la categoría en la zona. Sin embargo, los pretendientes al playoff viajan apretados como en colectivo a las 6 de la tarde. Así lo ve Ortelli, primero en repetir victoria en 2009 (antes ganó al comienzo en Balcarce). En 29,5 puntos están encerrados los provisionales 12 aspirantes.
Quedan 2 chances para ocupar una silla entre los privilegiados que pelearán el título; aplastó Guille con el Chevrolet, ¿pinta para séxtuple campeón? El se lo toma con soda, carga sobre sus espaldas a los 36 pirulos suficiente gloria como para que, con su particular lógica, la pelea de otro campeonato pueda moverle el amperímetro. Es que está mas allá del bien y del mal. Un grande.