Personalmente pienso que, más allá de que sabemos que es justa la aplicación de las retenciones a los que más ganan, es evidente que el gobierno ha estado cometiendo errores políticos que lo están llevando a un callejón sin salida.
Creo que el principio de «No te opongas a una gran fuerza, retrocede hasta que aquella se debilite, y entonces avanza con Resolución», sería de mucha utilidad para el gobierno en esta coyuntura.
Se está planteando todo en el terreno de la confrontación, (sobre todo por parte del campo y sus aliados, pero el gobierno les acepta el juego). El poder económico, la oposición política (derecha) y los medios de difusión han logrado manejar la cosa para conseguir la adhesión de otros sectores de la población, que ya sean porque son teriblemente individualistas o porque tienen vocación de idiotas útiles, les hacen el juego.
Hoy hasta Castells y el MST trabajan para el campo.
Hoy salen a dar bocinazos y cacerolazos hasta los más pobres que ni saben que están defendiendo los intereses de los que hacen que la riqueza se concentre en cada vez menos manos.
Y salen con las familias, con sus hijos, a la calle y en los pueblos a cortar las rutas con sus vecinos, los campesinos; se contagian, ni saben que defienden.
Es una insensatez generalizada potenciada y manejada por los medios de difusión.
Es una insensatez generalizada… pero funciona. Y se transforma en una gran fuerza.
Para la opinión pública el desabastecimiento es culpa del gobierno, no de los que están cortando las rutas y no dejan pasar los camiones. Y si los gendarmes sacan a los manotazos a los que ocupan las rutas, eso se convierte en una «terrible represión», y se multiplican los cortes, y aparecen las familias con los niños a cortar las rutas para poner al gobierrno en situación de no poder actuar, a riesgo de convertirse en un «terrible represor».
¿A eso le llaman «acciones no violentas»?, a desabastecer al país durante 90 días porque no quieren que les suban los impuestos de su renta extraordinaria. Es todo muy irracional, pero así funciona.
En todo caso debieran salir a cortar las rutas los millones que están bajo la linea de pobreza. Pero se quedan en sus casas, y ni siquiera salen espontáneamente a defender al gobierno (salvo que formen parte de los cuadors de una organización piquetera afín al gobierno). Y apostaría que si el desabastecimiento llega a los sectores más humildes, la TV también a gran cantidad de ellos les haga creer que la culpa es del gobierno, y se sumen a los cacerolazos. Es todo muy irracional, pero así están las cosas, según mi parecer.
Creo que ante esto, el gobierno debiera hacer una jugada más inteligente.
En primer lugar no puede seguir sosteniendo a los insostenibles, como Moreno, y no puede seguirse mandando pifiadas como la firma de contrato del tren bala, mientras los ferrocarriles que tenemos funcionan pésimo. No se puede ser obstinado en sostener las cosas que se hacen mal contra viento y marea, sólo por mantener la imagen de autoridad.
Y respecto al campo creo que para apaciguar las cosas, no debiera recoger el guante del enfrentamiento entre bandos que popone el sistema, para dividir la sociedad como hicieron en Venezuela y Bolivia.
Creo que debieran proponer un período de Tregua, y llamar a un referendum vinculante acerca de a quién hay que sacarle la plata para poder hacer los hospitales y la redistribución de la riqueza que se propone. Y mientras dura la tregua y se prepara el referendum, esclarecer muy bien a toda la población por todos los medios.
La realidad de nuestro país es que la riqueza cada vez se concentra en menos manos, y eso implica varios problemas, uno es el obvio, que cada vez hay más inequidad, pero otro es que cada vez es menor el procentaje de la población a la que se le puede gravar la renta, y por ese motivo las tasas deben ser cada vez más altas para el sector que más ingresos tiene.
En la Argentina, un empleado que gana 2.000 pesos, ya entra dentro del 10 % que más gana en el país, sí, así como suena, con 2.000 pesos ya sos del 10 % que mejor está (imaginen al 90 % restante), eso significa que ni siquira se puede gravar la renta del 10 % de la población (porque estaríamos gravando a los laburantes), sólo nos queda un 5 % de la población que puede pagar impuestos a las ganancias o retenciones, y en ese 5 % están muchos empresarios (entre ellos los del campo), muchos comerciantes, muchos industriales y hasta profesionales.
Pues bien ¿Quién se echa?, porque de algún lado tiene que salir la plata para los hospitales, las escuelas, y los subsidios al desempleo.
Hagamos un referendum, y que la gente decida. y ahí veremos cuantos caceroleros dicen ¡a mi no me toquen, sáquenle al campo!
Hay que sacarle al campo, pero también a los banqueros, a los industriales, algunos comerciantes y profesionales. Hay que abrir el juego, descomprimir. Y desde luego que eso hay que destinarlo a los hospitales y todo eso, porque si no, a qué estamos jugando?
Bueno, me parece que esa podría ser una propuesta alternativa a este callejón sin salida del confrontamiento entre bandos.
Una tregua de 60 d{ias, que se terminen los paros y los cortes, en todo caso que el gobierno ceda en algo momentaneamente el porcentaje de retenciones para descomprimir, y en 60 días hacer un referendum vinculante, y que la gente decida a quien se le saca y donde se pone.
Guillermo Sullings
Economista
Nota del Editor: El 16 de Abril 2008 Sullings dio una conferencia en Rosario sobre el CIADI y los juicios inaceptables de las multinacionales hacia Argentina
Invitamos a leerla: Click Aquí