Por REHUNO – Red Humanista de Noticias en Salud. Pressenza.com
Como presidenta de El Arte del Buen Vivir he sentido durante años la urgencia de ofrecer un espacio real de cuidado para quienes sostienen a diario la vida en sus momentos más vulnerables. Así nace “El Poder de Acompañar”, una formación pionera dirigida a los profesionales del ámbito sociosanitario —cuidadores, auxiliares, enfermeros, celadores, trabajadores de ayuda a domicilio y personal de residencias y hospitales— que entregan cada día no solo su tiempo, sino también su energía, su escucha y su humanidad.
Por Ysa Marín
La propuesta no surge de la teoría, sino de un camino vital que me ha llevado a acompañar procesos de duelo y de buen morir desde un lugar profundamente humano. Mi formación en la Fundación Metta Hospice, bajo la guía de Vicente Arráez, me permitió comprender que acompañar no es solo una técnica, sino un arte que integra presencia, compasión y sabiduría. Desde ahí, fui dando forma a una experiencia que hoy comparto con un equipo excepcional: Nagore Fuentes, doula de la muerte y experta en acompañamiento simbólico y espiritual; la Dra. Elvira Pérez, catedrática de la Universidad de Nottingham y referente internacional en investigación sobre acompañamiento al tránsito; y Marisela Tachiquin, psicóloga y especialista en gerontología y final de vida, también vinculada a la universidad inglesa. Juntas, hemos tejido una propuesta que combina lo mejor de las sabidurías ancestrales con los avances del conocimiento científico más vanguardista.
Nuestro objetivo es claro: cuidar al cuidador. Porque en un contexto donde la presión asistencial y el desgaste emocional están aumentando de manera alarmante, necesitamos recordar que detrás de cada bata, de cada uniforme, late una persona con emociones, con límites y con sueños. Si ellos se quiebran, lo hace también la calidad del cuidado, la confianza de las familias y la sostenibilidad del propio sistema. Pero si los sostenemos, si les ofrecemos herramientas para sanar y crecer, todos salimos ganando: los pacientes reciben un cuidado más humano, las familias se sienten acompañadas de verdad y los centros recuperan equilibrio y compromiso.
El Poder de Acompañar es más que una formación: es una invitación a transformar el modo en que entendemos el cuidado en nuestra sociedad. Una propuesta con vocación de expandirse más allá de Andalucía y convertirse en un modelo replicable en todo el territorio nacional, sembrando comunidades compasivas donde el cuidado de la vida —desde su fragilidad hasta su último suspiro— sea un valor compartido.
Creo firmemente que una sociedad compasiva no se construye solo con buenas intenciones, sino con herramientas, conciencia y espacios donde los profesionales también puedan ser cuidados. Porque al final, acompañar es un acto profundamente humano, y el verdadero poder de acompañar nace cuando cuidamos a quienes cuidan.
REHUNO – Red Humanista de Noticias en Salud
PRESSENZA – Humanismo 2025
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