Croacia: el país de las mil islas
Todos alguna vez nos despertamos habiendo soñado con un lugar increíble con playas exóticas, aguas transparentes y arenas blancas, y nos preguntamos donde quedará o simplemente si existirá; les comento que ese lugar existe, con solo ingresar al stand del centro cultural croata lo comprobé, ya que el sitio está decorado con gigantografías de paisajes que merecen detenerse a observar detalladamente y transportarse con la imaginación.
Dentro del stand más próximo a la estación Fluvial pudimos observar también gigantografías con una breve reseña sobre la historia, la geografía y la ubicación del lugar.
Allí fuimos muy bien recibidos por Nancy Puertas Vicic (secretaria) y por Elda Pruze (prosecretaria) quienes nos mostraron lo que ofrecían, como Escudos, pins y almanaques con símbolos croatas; además de condimentos, té, bebidas Alcohólicas, con una graduación bastante más alta de lo que el argentino está acostumbrado, bombones, sardinas, ya que es un país con un extenso territorio sobre el Mar Adriático, imágenes de esto y sus diversos paisajes se pueden observar en los dvd que están a la venta y porque no acompañarlos con los CD de Kaplas (música típica) o bien ya que estamos próximos a las fiestas con la Música navideña que ofrecen.
En el stand nos topamos con la señorita Zrinka Cvitanovic, una croata nativa graduada en la Universidad de Filosofía y Letras de Zagreb que se encuentra en el país enseñando el idioma en la institución, aunque solo por unos meses, quien nos contó sobre la tradición de unos corazones muy particulares, que es una tradición típica del norte, y consiste en que ese corazón simboliza la búsqueda de dueño y hay que regalarlo a la otra persona cuando uno lo encuentra, significando que ya terminó la búsqueda; dicho corazón además es comestible, o sea que si no encontrás dueño, ya sabes que podés hacer con él.
Nota: victoria Saraceni