Los maestros oficiales realizarán hoy el primer paro de 24 horas al gobernador Jorge Obeid. La medida de fuerza desafía la amenaza de descuento del presentismo a los docentes que no asistan a dictar clases. Luego de la marcha, la Asociación del Magisterio de Santa Fe (Amsafé) decidirá por la tarde la fecha de otra huelga, esta vez por 48 horas… El secretario general del gremio, José María Tessa, advirtió que si no hay respuestas desde el gobierno provincial, el plan de lucha se extenderá hasta el próximo período lectivo.
En la departamental de Amsafé Rosario ya estaba todo dispuesto desde anoche para participar de la movilización. Según indicó el referente local de los docentes oficiales, Gustavo Teres, hoy a las 6.30 partirán rumbo a Santa Fe 7 colectivos con unos 450 maestros en total, a lo que se sumarán otros 3 colectivos que viajarán desde Granadero Baigorria, Villa Gobernador Gálvez y Arroyo Seco. La concentración está prevista para las 10, en la plaza del Soldado, desde donde se marchará hasta la Casa Gris. Luego, los docentes irán al local de Amsafé capital para votar en asamblea las fechas de las próximas 48 horas de huelga, anunciadas en el plan de lucha.
La ministra de Educación, Carola Nin, evitó ayer por la tarde formular declaraciones. Cabe recordar que el propio Obeid se había reunido anteayer con Nin para evaluar los alcances del conflicto. El mandatario santafesino había afirmado que el diálogo «no» estaba cerrado y que se realizarían «esfuerzos» para que el paro no se concrete.
Pero los intentos del gobierno provincial en frenar a última hora el paro decretado por Amsafé resultaron en vano. El propio Tessa descartó esta hipótesis al insistir con que «la medida no se suspende», y explicó que en caso de que se reciba una propuesta oficial «se convocará a una asamblea con todos los compañeros para discutir si se acepta, o se sigue adelante con el plan de lucha».
De todos modos, el secretario general de Amsafé se animó a pronosticar que «el paro (anunciado para hoy) será muy importante, e igual de contundente será la movilización». Al cese total de actividades resuelto por el gremio docente, se le sumará la Asociación Trabajadores del Estado (ATE). Esto implica que el personal de comedores escolares se plegará a la medida y sólo se repartirán raciones frías de emergencia.
Si bien la ministra Nin no contestó los llamados que ayer le efectuó La Capital, sí brindó algunos detalles el ministro coordinador de Gabinete, Julio Barberis, quien reconoció la imposibilidad del Ejecutivo de frenar el paro. Preocupado, el funcionario advirtió que «se camina en el límite de cumplir o no con los 180 días de clase propuestos para este ciclo lectivo».
No obstante, Barberis insistió con la orden de Obeid en «mantener la actitud de diálogo con el gremio», aunque reafirmó que el gobierno decidirá si descuenta o no el presentismo «una vez que termine la medida de fuerza».
Según consideró Tessa, la amenaza de perder el presentismo no representa un motivo de desmovilización en los docentes. Pero renglón seguido advirtió: «Si descuentan el día, reafirman la política de concentración de la riqueza».
Tessa insistió en que el «70% de los docentes está por debajo de la línea de pobreza, porque un maestro gana 500 pesos, un director 700 pesos y un supervisor 1.100» e insistió en instar al gobierno «a recomponer de inmediato las escalas y llevar el básico a 730 pesos de mínimo». Es más, el sindicalista consideró que con el superávit de 400 millones de pesos anunciados para este año, por el ministro de Hacienda Walter Agosto, «se soluciona el conflicto docente». Pero además, habrá una movilización frente a la Casa Gris para exigir un aumento de 250 pesos, la incorporación al básico del presentismo y otras sumas salariales en negro y un aumento en el sistema jubilatorio del sector.
El de hoy es el primer paro que Amsafé le hace a la administración Obeid. Tessa aclaró que «durante la última gobernación de Reutemann se hizo un paro con alto acatamiento el 7 de julio del 2003, y ya desde el 2000 con movilizaciones y carpa docente se logró parar el ajuste presupuestario que se pretendía imponer en Educación».
Fuente: diario La Capital