En Argentina tenemos mucho potencial para generar y exportar trabajo de calidad. No solo en las áreas de programación. También en Diseño UX.
por Florencia Macazaga
Es un mundo cambiante. Nuevas carreras aparecen y otras dejan de ser relevantes. La amenaza de que la inteligencia artificial reemplace tareas ya es una realidad. También aparecen necesidades que hoy no pueden ser reemplazadas por un programa, como la experiencia sensitiva y emocional de las personas cuando interactúan con elementos físicos, o cuando lo hacen en la red.
Es que ese grado de creatividad y sensibilidad todavía le pone un freno al reemplazo del ser humano.
En mi caso, luego de terminar el bachillerato bilingüe (el inglés siempre ayuda), tenía una vocación marcada por el arte. Pensé en su momento que seguir la carrera de Diseño Gráfico en la Universidad de Palermo era una forma efectiva de encauzar mis habilidades artísticas.
Soy muy consciente de que lo que se aprende se debe poner en práctica para completar la formación, por eso, cuando estaba en segundo año de mi carrera, concursé para un puesto en AVON, la empresa de cosméticos multinacional, para su filial en Argentina. Me desempeñé como Art Director, orientada sobre todo a Diseño Gráfico. Iba también muy de acuerdo con mis pasiones por la moda y la belleza.
Terminé mi carrera con una especialización en Diseño Publicitario y una tesis sobre el impacto de los ”influencers” y la tecnología en el mundo de la belleza y el “make up”.
Más tarde trabajé para una empresa publicitaria argentina, Niña, y a la par hice una especialización de Diseño UX /UI en Digital House. Ese fue un punto de quiebre.
UX es lo que te hace sentir una marca o producto al momento de interactuar con él, mientras que UI es una capa visual de colores, texturas, formas y elementos.
Cuando esto se fusiona con la tecnología, surge un mundo de creatividad, en el que podemos hacer que la experiencia del cliente, al interactuar por ejemplo con una App, sea algo amigable, placentero y emocionalmente satisfactorio.
Luego fui contratada por GlobalLogic, una empresa multinacional muy reconocida. Desde su filial en Argentina, trabajé para un cliente de USA, en una app dedicada a educación y bienestar. Mi trabajo fue reconocido explícitamente por el cliente como un aporte extraordinario de Diseño UX. Simultáneamente, mentoreaba alumnos en Digital House y daba charlas a los alumnos que cursaban en mi universidad sobre perspectivas de la carrera de Diseño.
Actualmente estoy trabajando en una empresa argentina, para uno de sus clientes, que es una de las más importantes Fintech a nivel mundial.
Junto a un equipo remoto en Estados Unidos (uno de los legados que quedaron de la pandemia), planteamos como objetivo optimizar la función de “checkout” de clientes. Desde mi posición como Diseñadora Senior, se mejoró excepcionalmente la experiencia del usuario, lo que posibilitó que la empresa creciera en facturación en forma notable. Fui reconocida por el líder del equipo, por el diseño extraordinariamente creativo que aporté al proyecto.
En definitiva, en Argentina tenemos mucho potencial para generar y exportar trabajo de calidad. No solo en las áreas de programación. La particularidad del Diseño UX, que permite plasmar a través de formas, colores, layouts y secuencias, una mejor experiencia del usuario que interactúa con una aplicación, es una fuente genuina para todos aquellos que quieran combinar lo artístico con lo digital.
Muchos jóvenes no conocen aún estas vertientes de trabajo y desarrollo profesional. Esto recién empieza…
Diseñadora UX.
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