Maidana, de cabeza, le dio el triunfo a la lepra. Al final, sobre el final, Newell’s le torció el brazo a Central y se quedó con el clásico en el Gigante de Arroyito. Un cabezazo imponente de Maidana a la salida de un córner de Manso a los 32′ del complemento le dio la victoria al equipo de Gallego, que había hecho los méritos suficientes para quedarse con el partido… No le sobró demasiado, pero le alcanzó para imponerse ante un rival que se quedó sin argumentos después de los 20 minutos de la primera mitad.
Fue un clásico emotivo, repleto de errores que le dieron emoción, con dos arqueros gigantescos que evitaron que el resultado tuviera otras cifras. Suficiente para los tiempos que corren.
Es que no había ni un solo motivo para suponer un desarrollo exquisito, ni siquiera prolijo. Las urgencias eran superiores a cualquier otro estigma que pudiera movilizar a los futbolistas. La presión mucho más importante que las individualidades. Las necesidades más decisivas que las estrategias diagramadas. Fue para Newell’s porque Maidana se le escapó a Carbonari cuando parecía que el clásico, una vez más, se encaminaba al 0 a 0.
Los antecedentes de la primera fecha eran lo suficientemente lapidarios como para conformarse con poco. Y es por eso que la entrega de ambos equipos debe ubicarse en los primeros lugares de la columna del haber. Cómo explicar que el que más mejoró respecto del debut fue Central y sin embargo se quedó sin nada. Sencillo: lo de los canallas en Sarandí fue mucho peor que lo de los leprosos en el Parque.
Cómo demostrar que la participación de Villar fue decisiva al principio y que una tapada suya a Villa fue fundamental para que el clásico no tome un rumbo diferente al que tuvo después. Es que el paraguayo tuvo una tapada descomunal a los 3 minutos. Hubiera sido un golpe de nocaut. O casi.
Los dos mejoraron su actitud. Esa característica vale como presentación de un clásico que tuvo tanto desorden como ida y vuelta. Fue trascendente el debut de Maidana, un futbolista hecho para este tipo de batallas. Fue remunerativa la decisión de Púa de jugar con doble cinco para compensar la mitad de la cancha porque Ledesma achicó los espacios que quedan entre Vitti y Ferrari cuando Coudet se corre al medio.
Parecía que Central se lo llevaría por delante hasta que Maidana empezó a acomodar el fondo. A esa altura, Manso ya le había encontrado la vuelta a los espacios y Damián, lanzado en velocidad y con la pelota en los pies, empezó a sacar ventajas de tres cuartos hacia adelante.
Lo tuvo Villa, lo perdió dos veces Marino, se lo comió Vella, la tiró larga Villa. El segundo fue diferente. Los dos quisieron, pero fue distinto. Se ofendieron menos. Y cuando los prejuicios inundaban el Gigante, apareció Maidana. Una especie de infiltrado dotado desde la cuna para estas lides.
Síntesis
R. Central 0: Ojeda 8; Ferrari 5, Carbonari 4, Talamonti 5 y Papa 5; Coudet 4, Ledesma 6, Borzani 5 (80′ A. Díaz) y P. Sánchez 4 (61′ Irace 4); Vitti 5 y Villa 4 (64′ Cámpora 4). Suplentes: Zapata y Leonforte. DT: Víctor Púa.
Newell’s 1: Villar 8; C. González 5, Maidana 8, S. Domínguez 6 y Vella 5; Belluschi 6, Rosada 5, Marino 5 y Capria 4 (63′ Steinert 5); Scocco 5 y Manso 7 (80′ Almaraz). Suplentes: Pocrnjic, L. Fernández y Jardel. DT: Américo Gallego.
Estadio: Gigante de Arroyito.
Arbitro: Gustavo Bassi (5).
Recaudación: No fue dada.
Gol: 77′ Maidana (NOB).
Amonestados: Ferrari, Carbonari, Coudet y Borzani (RC); Domínguez, Rosada, Manso y Steinert (NOB).
Expulsado: 86′ Ledesma (RC).
fuente: Alejandro Cachari, diario La Capital