El presidente decretó que el Estado Mayor Conjunto sea controlado por la Fuerza Aérea.
La nueva cúpula militar designada por el presidente generó un impacto negativo en sectores castrenses. Se trata de la mayor renovación de autoridades en más de 20 años.
Las decisiones del mandatario incluyen el nombramiento de nuevos jefes del Ejército Nacional, la Armada, la Fuerza Aérea y el Estado Mayor Conjunto.
El Gobierno nacional designó al brigadier general Xavier Julián Isaac como jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas; y al general de brigada Carlos Presti como jefe del Ejército.
Además, 22 generales fueron pasados a retiro.
«Hay un malestar enorme. Esto es tomado como un ataque al Ejército. Se está perdiendo un capital y una experiencia acumulada de años, con criterios que no se aplican en las otras fuerzas», dijo un oficial en actividad al medio de prensa.
Uno de los militares que deberán dejar la fuerza reconoció que la determinación de Milei «impacta muchísimo», tanto en lo «emocional» como en la gestión: «Se van generales con recorrido y experiencia, con capacidades adquiridas en el día a día. Aprender a ser general lleva su tiempo, y sobre todo en los altos mandos, con una experticia y roce multiagencial que no tienen los coroneles ni los generales jóvenes».
Asimismo, según el nuevo decreto, el Estado Mayor Conjunto, máximo organismo de la estructura militar, ahora estará controlado por la Fuerza Aérea. Entre sus nuevas competencias figuran «asesorar y asistir al Ministerio de Defensa en materia de estrategia militar, organización y empleo de los medios militares; dirigir el planeamiento estratégico y el accionar militar conjunto, además de conducir las operaciones militares en tiempos de paz».
El número de 22 generales crecería a 24 si se computan al actual jefe del Estado Mayor Conjunto, teniente general Juan Martín Paleo, y al auditor de las Fuerzas Armadas, general José Antonio Stanchina. Hay militares del Ejército que cumplen funciones en el Estado Mayor Conjunto y también podrían quedar desafectados.
Fuentes gubernamentales, sin embargo, relativizaron el número, al dejar abierta la posibilidad de que algunos se mantengan en otras funciones, por fuera de la estructura de comando.