La Asociación del Magisterio de Santa Fe y el Ministerio de Educación de la provincia no consiguieron ayer acercar posiciones en torno al conflicto que entrará en su cuarta semana con medidas de fuerza que se vienen intensificando. Después de dos reuniones, una de más de cinco horas desde la mañana y otra sobre el filo de la tarde, autoridades y gremialistas salieron con las manos vacías, aunque la ministra Carola Nin insistió con que se mantienen las puertas para el diálogo pese al paro de 72 horas previsto para la semana venidera. La titular de la cartera educativa también desmintió que se encuentre próxima a renunciar al cargo.
En la práctica se pasó a un cuarto intermedio hasta un día y un horario que la ministra determinará, pero las posiciones siguen hasta el momento irreductibles. Mientras Nin confirmó que Amsafé formuló nuevas propuestas, los dirigentes sindicales no hablaron sobre ellas y en cambio insistieron con que el Ministerio no ha modificado su oferta global de aplicar una política salarial mejorada por un total de 50 millones de pesos.
Ayer se concretaron dos extensas y por momentos tensas reuniones, la primera celebrada entre las 10.10 y las 15.30, y la segunda entre las 18.45 y las 20.45. Al término del último encuentro, los dirigentes gremiales insistieron con que no se han cambiado los términos de la propuesta del gobierno provincial, que a juicio de los docentes es insuficiente. Y mientras ratificaban que están «abiertos al diálogo», reiteraron que se mantiene en todos sus términos la decisión de realizar un nuevo paro de actividades de 72 horas, entre el 21 y el 23 de este mes.
José María Tessa, titular de la Amsafé provincial, fue el más reticente a la hora de formular declaraciones. El dirigente se limitó a decir que se ha pasado a un cuarto intermedio «para ver si se pueden acercar posiciones», y que pese a las largas horas de debate de ayer «no hubo nuevas ofertas» de parte de la cartera educativa.
Gustavo Teres, de la Departamental Rosario, manifestó que se está «en una situación difícil» y que no se llegó a ninguna posibilidad de «cerrar» un acuerdo. «No hubo portazos porque nosotros no vamos a romper ningún diálogo, tenemos nuestros mecanismos, nuestras asambleas, tenemos las resoluciones de la semana que viene (en alusión al paro), estamos dispuestos a trabajar sábado y domingo, pero para solucionarle los problemas a los compañeros».
Hugo Sagardoy, de Amsafé La Capital, dijo que la propuesta del Ministerio «no se acerca a nuestra pretensión de que los docentes cobren un sueldo inicial de 650 pesos y las posiciones permanecen lejanas». Cuando se lo consultó por las voces altisonantes que se escucharon en los pasillos del 5º piso del Centro Cívico, desde las oficinas de la ministra donde se hizo el encuentro, Sagardoy las relativizó, señalando que fueron propias de situaciones del momento. Y tampoco le dio valor a un portazo que los periodistas escucharon y que al parecer habría dado sin querer la ministra al abandonar por breves minutos el lugar donde se estaba discutiendo.
Una «propuesta del gremio»
La ministra reveló a su vez que «por primera vez la dirigencia gremial entregó algunas alternativas posibles» a la política salarial, pero aclaró que «cuando gente de Hacienda cuantificó esas alternativas vimos que las cifras eran mucho mayores a las que ellos mismos pensaban», en alusión a Amsafé. Admitió no obstante que Educación se propone evaluar esas propuestas a fin de analizar si se pueden incorporar «otras variables, porque hasta el momento las posiciones están muy lejos».
Nin no aceptó dar a conocer las cifras que tiró Amsafé, pero insistió con que el gobierno había ido «de cero a cuatro», en relación a los cuatro millones de pesos ofertados para aumentar los sueldos a los docentes. «Se trata de cuatro millones mensuales, adelantando la política salarial y marcando un piso para el año que viene, sobre la recomposición salarial anterior, de 50 millones de pesos», especificó la ministra.
Al ser consultada sobre el rumor de su posible alejamiento del cargo, dijo: «A ese rumor lo escuché por primera vez el 11 de diciembre de 2003», vale decir el mismo día en que asumió como ministra.
Cuarta semana
Así las cosas, la próxima será la cuarta semana consecutiva en las que las escuelas públicas vivirán jornadas de paro.
La primera huelga fue el 1º de este mes. El gobierno llamó entonces a una mesa de diálogo y lanzó, el 6, la propuesta de garantizar un sueldo de bolsillo no menor de 700 pesos (incluido el incentivo docente que paga la Nación), aumentos fijos no remunerativos de 70 y de 80 pesos para directores y supervisores, un incremento de 35 pesos al básico y suspender el presentismo hasta marzo, salvo en los casos de faltas no previstas ni justificadas.
Pero la oferta fue categóricamente rechazada por los docentes, quienes la consideraron «insuficiente» y decidieron volver a parar, esta vez por 48 horas, el 8 y el 9. Fueron un miércoles y un jueves con las aulas prácticamente vacías en las escuelas rosarinas.
El Ministerio hizo entonces pública la decisión de evaluar una extensión del ciclo lectivo para garantizar los 180 días de clases que establece la ley Nº25.864. Antes, ya había advertido que se descontaría el presentismo por los días de huelga caídos. Y luego bajó una línea: negociación sin paro. «Hay voluntad de diálogo, y creemos que el mejor contexto para hacerlo es con los chicos en clases», fue el nuevo discurso de la cartera educativa durante ese fin de semana.
Sin embargo, los docentes consideraron esta advertencia «extorsiva» y profundizaron su medida: esta semana el paro fue de 72 horas, desde el martes hasta el jueves, y terminó con una multitudinaria concentración en Santa Fe.
Un día antes, los dirigentes de Amsafé se habían reunido con la ministra, pero no hubo acuerdo. Allí, Nin les pidió que no llevaran a la educación a un «callejón sin salida», y ofreció redistribuir 4 millones de pesos mensuales.
Anteayer Amsafé votó otro paro de 72 horas para la semana próxima. Y el encuentro de ayer estuvo lejos de modificar el panorama.
Fuente: diario La Capital