En distintas ramas del saber y de actividades humanas corren similares futuribles.
En todos los casos se habla de posibles cataclismos que generados en esa rama de actividad influirían en todo el conjunto comprometiendo el destino futuro de nuestra especie.
Así, la desertificación creciente, la contaminación de las tierras y las aguas, la destrucción de la capa de ozono, el calentamiento creciente de la superficie del planeta, el pronto agotamiento de
las fuentes de energías no renovables, el avance descontrolado de la tecnología, la creciente y monstruosa desigualdad de riqueza y disposición de recursos entre una ínfima minoría y enormes conjuntos humanos, el descongelamiento de los polos, por mencionar algunos van configurando una “mirada conjunta” no muy halagüeña sobre el futuro cercano de nuestra especie.
Hay, quizás algunos casos excepcionales, ligados a especialmente avances tecnológicos y de organización social espontanea de las bases humanas que podrían eventualmente contrarrestar y restaurar el equilibrio perdido, pero, en el caso de la tecnología como por ej las computadoras cuánticas, es claro que éstas (si es que fuera posible fabricarlas) solamente estarían al servicio de esa ínfima minoría rica.
Precisamente hoy, o mejor dicho hace unos días en este año 2024, ya una fábrica ha puesto publicidad de la venta al publico de la primera computadora cuántica a un precio exorbitante, y no llegarían al resto de la humanidad, y en el caso de los movimientos sociales, tampoco parece posible que pudieran sostener una actividad constante y creciente en distintas zonas del planeta, sin una idea-fuerza común que toque las sensibilidades y los corazones de las personas y las haga unirse en una lucha común en un periodo de tiempo cercano.
Hoy asistimos a un evento único en nuestra historia: estamos en presencia de, por primera vez, una civilización o ciclo civilizatorio que cubre todo el planeta. Por ejemplo: Se vive en tiempo real lo que sucede a miles de kilómetros gracias al avance de las comunicaciones. Por tanto el éxito o fracaso de esta civilización afecta sin lugar a dudas la continuidad y el futuro de la historia
humana.
Hubo en el devenir de la historia otros momentos similares que afectaron a civilizaciones y/o conjuntos humanos que tenían el mismo carácter de únicos, puesto que no sabían de la existencia
de otros en otras zonas del planeta.
Y, en todos los casos estudiados por los antropólogos, historiadores y otras ramas del conocimiento humano, se ha podido observar un muy curioso funcionamiento de nuestra especie, más específicamente de la conciencia humana, es decir:
Todas las crisis civilizatorias, o de grupos humanos en la prehistoria, los pitencantropus, los australopitecus, neardenthal, trogloditas, sapiens, etc. En todos los casos han sido crisis autogeneradas, es decir que eran los propios grupos de humanos o pre-humanos los que creaban condiciones para que la conciencia diera respuesta de un modo nuevo e imprevisible a la
situación, y habilitara una salida que abriera el futuro.
Así pasó por ejemplo en el “salto cuántico” de cazador-recolector a domesticador de plantas y de animales. Se produjo un salto que cambió radicalmente la forma de vida pasando de una vida nómade a la generación de núcleos sedentarios que dieron lugar a otros desarrollos posteriores. Hay muchos otros ejemplos que se pueden rastrear en la investigación histórica y antropológica.
En el caso que nos atañe, es decir el momento actual, parece evidente que esta crisis global que nos afecta, en este caso como especie, también tiene las características de ser autogenerada por el propio proceso de la conciencia creadora de nuevas condiciones para su desarrollo.
Claro, el relato histórico no asegura que el salto se vaya a producir hacia “arriba” es decir en sentido evolutivo sí o sí. Porque se trata de un momento de crisis y de “desacomodo”… de desestructuración de la conciencia, en el cual es posible la aparición de una respuesta adaptativa creciente o no.
En todo caso no se trata de un proceso mecánico con momentos de crisis y de cambio mecánicos sino de un verdadero proceso de desarrollo y creación de condiciones de crecimiento, o de detenimiento, e incluso de extinción como posibilidades del proceso.
En la medida en que se observa que la conciencia va modificando el mundo que la rodea y de ese modo va creando condiciones que la modifican a ella misma, es posible comprender estas
reflexiones.
Hoy la gran mayoría de los seres humanos vivimos en un mundo no natural, vivimos en un mundo que la conciencia ha “humanizado,” transformando según sus propios deseos y necesidades todo lo que nos rodea, y los objetos que utilizamos no existen en la naturaleza en el estado en el que los tenemos, sino que han sido modificados por la acción humana; esa misma acción humana que ahora está creando condiciones de crisis para nuestra especie e impulsándola en dirección de producir un nuevo salto de crecimiento y comprensión de la Conciencia Humana que habilite la posibilidad de nuevos desarrollos y horizontes de conocimiento, comprensión y experiencias.
Desde esta mirada aparece una nueva comprensión sobre el relato de Silo “El Día del León Alado” como futurible y probable, coincidente además con lo que en los medios científicos denominan La Singularidad y que pronostican para los próximos 10 a 12 años.
Las lecturas e interpretaciones comentadas al comienzo de este escrito atribuyen a cambios externos la generación de las crisis, y ven como efectos secundarios lo que puede pasar con las personas y los conjuntos humanos.
Algunos más van generando una suerte de ideología en la cual el Ser Humano aparece como malvado o destructor o alguna otra cosa igual de desagradable. En casi ningún caso se visualiza a los hechos externos como síntomas de un momento de desarrollo de la conciencia, de la especie y por último de la vida en el que será posible la apertura a nuevas fronteras de desarrollo y conocimiento para lo cual será necesario superar las diferencias, tomar conciencia de si y de especie y avanzar a una nueva forma de organización social que tenga como eje central el concepto de Nación Humana Universal.
TEMAS VARIOS EN TORNO AL PROCESO HUMANO
(Tomados algunos de ellos de Comentarios de SILO sobre ASCESIS. Recopilación de Patricio Ascui)
En ciertos momentos se han producido situaciones muy parecidas, en la que las culturas han respondido de manera llamativamente similar aunque no hayan estado conectadas y se ha comprobado que se han relacionado mucho más adelante.
En diferentes culturas se han producido las mismas respuestas y los mismos mitos. Esa es la idea de los Mitos Raíces Universales.
Hoy se explican estos hechos por transmisión genética, por el inconsciente colectivo, etc. Pero eso no puede explicar que distintas culturas en situaciones límites produzcan imágenes similares, sin influirse unos a otros. No hay memoria (imagen) antigua como tal.
Tal vez podríamos plantearnos seriamente investigar, estudiar, profundizar en aquello dicho por Silo “Si tu profundizas en tí y yo profundizo en mí, allí nos encontraremos” tomando como parámetro de demostración que a cierta profundidad del espacio de representación todas las conciencias generan y proyectan en el mundo el mismo o similar tipo de imágenes y de respuestas, lo que además explicaría que en civilizaciones alejadas temporal y espacialmente surgieran el mismo tipo de respuestas antes situaciones de crisis global (de encerrona existencial, con su correlato de desestructuración de la conciencia de esa época) que generaran nuevas formas más evolutivas útiles al desarrollo de la conciencia humana.
Pareciera que en «el equipo» con el que nacemos hay mucha capacidad potencial y poca capacidad de uso. Cabe entonces preguntarse:
¿Cómo es posible el cambio de cualidad?
Por ejemplo: Que de la materia inorgánica surja la vida, o bien que de los animales surja lo humano. ¿De dónde surge «Lo Humano» en el horizonte de los homínidas?
La acumulación no sólo se da en cantidad sino también en calidad. Y el medio externo aporta diferencias significativas que van haciendo que aumente esta situación.
Hay un momento en el cual la suma de un elemento más produce para hacer comprensible al resto una reorganización de información que hace cambiar el “significado” de la información
anterior, como si hubiera surgido algo “nuevo” que no estaba antes. En esto consiste la reorganización de la información, la producción de una nueva síntesis que origina un nuevo horizonte
de conocimiento.
“Uno más” es capaz de reorganizar el sistema. Cambia la estructura al reorganizarse y se acelera el proceso. Es externo el uno más, pero hace que la acumulación produzca la reorganización. Siempre hay un elemento externo que al acumularlo, incorporándolo, produce un nuevo horizonte. Para que se estructure en tu cabeza tiene que haber un cambio en el paisaje.
Juan Carlos Domínguez
Parque Paravachasca
2 de Octubre 2019
Centro de Estudios Mundial Virtual
Revisado y actualizado en Marzo 2024