Miles de vecinos de la ciudad cordobesa de Río Tercero (110 kilómetros al sur de la capital) lograron impedir la aplicación de un aumento de hasta el 100% en las tarifas de luz y agua por parte de la Cooperativa de Obras y Servicios local, que se vio obligada a convocar a una asamblea extraordinaria para el 21 de este mes.
Los directivos de la entidad, acusados de diversos actos de corrupción, prometieron no cortar el servicio hasta esa fecha a aquellos usuarios que no puedan pagar el incremento desmedido.
Los ciudadanos venían realizando diversas protestas en las últimas semanas, pero en la noche de este lunes llevaron a cabo una manifestación que convocó a miles de riotercerenses. Varios de ellos tomaron el micrófono enfrente del edificio de la Cooperativa y acusaron a la familia Badino (Luciano es el actual presidente, que reemplazó en el cargo a su primo David) de malversar los fondos de la entidad y estafar a los usuarios.
Ayer al mediodía volvieron a convocarse en el mismo lugar y lograron que un representante cooperativo hablara, en reemplazo de Badino, que se encuentra de vacaciones.
«Vamos a hacer una revisión de los costos», alcanzó a prometer, en medios de gritos generalizados de «Que se vayan».
Los vecinos mostraron boletas cuyos incrementos oscilan entre el 60 y el 100 por ciento, respecto al mes anterior. Además, reclamaron la eliminación del fondo extra para mantener el servicio de energía eléctrica, que la Cooperativa cobra desde hace varios años. Recalcaron que las cooperativas de la zona no lo aplican y allí se paga un servicio de luz más barato que en Río Tercero.
Un jubilado explicó que cobra el haber mínimo y la factura que debe pagar es de unos 2.000 pesos, el doble de la anterior. En este caso, el incremento se registra por el elevado consumo de agua, servicio medido en esta ciudad.
Desde la Cooperativa argumentaron que las subas están dadas por la quita de subsidios efectuada por el gobierno de Mauricio Macri, que en las elecciones del 2015 ganó en la ciudad por amplio margen.
Además, aseveraron que de los incrementos que determinó la proveedora Epec (Empresa Provincial de Energía de Córdoba) casi nada les queda.
En medio de insultos, los manifestantes se quejaron por la ausencia del intendente radical Alberto Marino, que en 2015 desplazó del poder al delasotismo-schiarettismo.
Por su parte, el edil opositor Alejandro Schwander (aliado de los Rodríguez Saá) recordó que en los dos últimos años el municipio subió las tasas de energía en un 300%.