Se realizó por primera vez el acto conmemorativo de la batalla conocida como "La Guerra del Paraná" y considerada el "segundo" Combate de San Lorenzo. Fue en las barrancas del Campo de la Gloria el 16 de Enero de 1846, al mando del General Lucio Norberto Mansilla
Se realizó en San Lorenzo por primera vez el acto conmemorativo de la batalla conocida como "La Guerra del Paraná" y considerada el "segundo" Combate de San Lorenzo.
NUEVAREGION.COM, San Lorenzo, 18 Enero 2011, por GGF
El hecho histórico fue el 16 de Enero de 1846, también en las barrancas del Campo de la Gloria, al mando del General Lucio Norberto Mansilla, quien unos meses más tarde (4 Junio) volvería a enfrentar a otra escuadra en la más conocida "Batalla del Quebracho", unos kilómetros más al norte.
Dada la poca trascendencia que los historiadores han dado a este acontecimiento y teniendo en cuenta que se trata de un hecho relevante, ya que se suma a los que colocan a nuestra ciudad en un lugar de privilegio en la historia de nuestra independencia, el intendente Raimundo tomó la decisión de conmemorar esta fecha. "Es un acto de Justicia Histórica".
Por ello, en el Campo de la Gloria, en la mañana del martes 18, se descubrió un sencillo monumento evocando la batalla librada en estas costas que sin duda ha sido otro paso más en pos de la libertad y la independencia.
“Los sanlorencinos recordamos y rendimos homenaje a los héroes de la Guerra del Paraná y de aquella poco recordada pero histórica jornada”, subrayó el intendente Raimundo en su discurso.
“La placa recuerda lo que sucedió y la gente sabrá que aquí mismo hubo un hecho histórico, un hecho notable, que le tenemos que dar la atención que se merece. Esto nos proyecta como ciudad, muestra nuestra historia”, explicó Raimundo durante su discurso.
Además del intendente y miembros del Gabinete estuvieron presentes el Diputado Provincial Victor Hugo Dadomo, el Jefe del Batallón de Arsenales 603 Tte. Coronel Alejandro Holm, Adriana Gaitán en su carácter de Presidente del Centro Sanmartiniano de San Lorenzo, entre otras autoridades locales y representantes de otros centros y entidades de la región. También se recibieron mensajes con saludos y felicitaciones por la iniciativa desde otros centros sanmartinianos.
Posteriormente se invitó a los presentes a participar en el izamiento la nueva bandera en el mástil mayor del monumento en el Campo de la Gloria.
Un gesto del intendente con los historiadores y sanmartinianos presentes. Fue un anticipo de la ceremonia donde esta gran bandera de 6 x 12 metros se presentará a la multitud en el acto del 3 de Febrero. Durante el izamiento y fuera de lo previsto, los asistentes cantaron a capella "Aurora" como ayudando al viento a hacer flamear esta bandera gigante bien "alta en el cielo".
El encuentro finalizó en el parador turístico con una charla informal entre los presentes compartiendo un café con masas.
Relato del suceso Histórico
Fuente: Historia de la Confederación Argentina – Adolfo Saldías
Luego del combatir con la escuadra anglo-francesa en el Paso del Tonelero, Mansilla colocó ocho cañones ocultos bajo montones de maleza, 250 carabineros y 100 infantes en los barrancos de la costa comprendida entre el convento de San Lorenzo y la punta del Quebracho.
A mediodía del 16 de enero de 1846 aparecieron el vapor Gorgon, la corbeta Expeditive, los bergantines Dolphin, King y dos goletas armadas en la Colonia, los cuales montaban 37 cañones de grueso calibre y acompañaban 52 barcos mercantes. Al enfrentar a San Lorenzo, la Expeditive y el Gorgon hicieron tres disparos a bala y metralla sobre la costa para descubrir la fuerza de Mansilla.
Los soldados argentinos permanecieron ocultos en su puesto, según la orden recibida. Cuando todo el convoy se encontraba en la angostura del río que se pronuncia en San Lorenzo arriba, Mansilla mandó romper el fuego de sus baterías dirigidas por los capitanes José Serezo, Santiago Maurice y Alvaro de Alzogaray. El ataque fue certero; los buques mercantes rumbeaban desmantelados hacia dos arroyos próximos, aumentando con el choque de los unos con los otros las averías que les hacían los cañones de tierra.
A las cuatro de la tarde el combate continuaba recio todavía, y el convoy no compensaba lo andado con sus grandes averías. Favorecido por el viento de popa y tras los buques que vomitaban sin cesar un fuego mortífero, se aproximó al Quebracho. Aquí reconcentró sus fuerzas Mansilla y batalló hasta la caída de la tarde, cuando desmontados sus cañones y neutralizados sus fuegos de fusil por el cañón enemigo, el convoy pudo salvar la punta del Quebracho, con grandes averías en los buques de guerra, pérdidas de consideración en las manufacturas y 50 hombres fuera de combate. El contralmirante Inglefield, en su parte oficial al almirantazgo británico dice que “los vapores ingleses y franceses sostuvieron el fuego por más de tres horas y media; y apenas un solo buque del convoy salió sin recibir un balazo”.
La pérdida de los argentinos fue esta vez insignificante, y Mansilla pudo decir con propiedad que habíale tocado el honor de defender el pabellón de su patria en el mismo paraje de San Lorenzo que regó con su sangre San Martín al conducir la primera carga de sus después famosos Granaderos a Caballo.