Las malas posturas, la acumulación de estrés, la falta de ejercicio y una mala alimentación pueden provocar contracturas musculares.
Entre los síntomas más comunes, las personas que sufren contracturas musculares suelen experimentar dolor agudo e inflamación en la zona afectada, rigidez y tensión (lo que limita el rango de movimiento), debilidad y espasmos musculares.
Consejos para prevenir las contracturas musculares
Mantener una postura correcta:
Sentarse con la espalda recta, los muslos y las rodillas formando un ángulo de 90 grados, y los hombros relajados. Al estar de pie, distribuir el peso de manera equilibrada en ambas piernas y evitar mantener la misma posición estática durante mucho tiempo.
Realizar pausas activas y estiramientos:
Es especialmente importante en trabajos sedentarios. Incorporar ejercicios breves de estiramiento y movilidad articular para prevenir la tensión muscular y el sedentarismo. Los estiramientos suaves y constantes pueden ayudar a restaurar la función muscular, mejorar la postura y aumentar la fuerza y resistencia de los músculos.
Usar adecuadamente el equipo de trabajo:
La pantalla debe estar al nivel de los ojos, y los brazos deben estar cómodos sobre los posabrazos de la silla. Esto ayuda a mantener el cuello en una posición relajada y neutral.
Levantar peso de forma adecuada:
Evitar cargar pesos innecesarios en los hombros. Al levantar objetos, flexionar las rodillas en lugar de la espalda, mantener el objeto lo más cerca posible del cuerpo y distribuir el peso entre ambas manos.
Reducir los niveles de estrés:
El estrés emocional puede contribuir al desarrollo de contracturas musculares. Las técnicas de relajación como la respiración profunda, la meditación o el yoga ayudan a disminuir el estrés y aliviar la tensión muscular.
Mantener una buena hidratación y una alimentación equilibrada:
Un cuerpo no hidratado es más susceptible a sufrir contracturas. Una alimentación adecuada, rica en nutrientes esenciales como vitaminas, minerales y proteínas, también ayuda a mantener la salud muscular. Evitar el consumo excesivo de alcohol y tabaco, que pueden afectar negativamente la salud muscular.
Hacer actividad física regularmente:
Es fundamental para fortalecer la musculatura y prevenir contracturas. Actividades como nadar, caminar, pilates o yoga mejoran la resistencia y fuerza muscular. Siempre calentar correctamente antes de comenzar y estirar los músculos después del ejercicio.
Procurar un buen descanso:
Dormir en un colchón adecuado y usar almohadas que mantengan la alineación cervical correcta. Es importante descansar lo suficiente y adoptar posturas cómodas durante el sueño.
Siguiendo estos consejos, vas a poder reducir significativamente el riesgo de sufrir contracturas musculares y mantener una mejor salud general.
Nota original: vidaysalud.com