Tener una carpa techada en el stand es una de las grandes virtudes de la colectividad alemana. El público encuentra aquí un agradable refugio, y aprovecha para disfrutar las delicias alemanas.
Tener una carpa techada en el stand es una de las grandes virtudes de la colectividad alemana. Especialmente, teniendo en cuenta las infaltables lluvias de noviembre, como la que aconteció en el segundo día del Encuentro. El público encuentra aquí un agradable refugio, y aprovecha para disfrutar las delicias alemanas.
Las ofertas de este año
En la cocina, las ofertas son las mismas, tanto en platos dulces como salados. Los preferidos son, según observaciones de Carlos Siebenrock, Presidente del Círculo Cultural Argentino Alemán, «el chucrut y la cerveza importada Warsteiner, que está solamente acá y que se vende mucho».
Por supuesto, sguen en vigencia los tradicionales carré, salchicha alemana, strudel, selva negras, tartas de ricota, etc. La lista de precios sufrió un aumento, pero no superior al 35% con respecto al año anterior. La novedad culinaria es la presencia por primera vez de «Tres Aguas», una empresa de General Lagos que fabrica diferentes exquisiteces como mermeladas, mostaza en grano al azúcar negro, corazones de alcaucil o espárragos verdes en conserva, y demás. Todos los productos son vendidos al público, y significan una tentadora opción, ya que el costo oscila entre 10 y 20 pesos.
En este 2008, el stand de Alemania focalizó sus esfuerzos en las áreas gastronómica y cultural. Siebenrock nos presentó a la nueva encargada de la parte cultural, Patricia Jara, y las principales atracciones: productos hechos con vidrio, algunos juegos infantiles típicos alemanes, y diferentes paneles informativos.
Por María Victoria Echeverría