El discurso de Carlos Fuentes, en representación de México, fue abarcador y conciliador pero a la vez polémico, sobre todo para aquellos analistas de izquierda que encontrarán algunas afirmaciones fácilmente refutables. De acuerdo o no con ellas, Fuentes habló con gran elocuencia y convencimiento, y arrancó de todo el público un firme y largo aplauso. Su discurso, entendemos es el primer momento culminante del congreso.
El escritor mexicano dijo que «La América se había contagiado de hispanidad» y que hoy «un indígena de México solo se podía entender con un Pehuenche del extremo sur de América a través del castellano, que los une para luchar por la justicia social» sin dudas estas dos afirmaciones serán pronto refutadas, para aquellos que creen que la hispanidad no se » contagió» sino que se impuso y por aquellos que siguiendo la crítica del brasileño Freire, creen que la lengua materna es la que ayuda a tomar conciencia de los problemas de la realidad del individuo y no la que impone el colonizador o dominador.
Fue tan abarcador el discurso de Fuentes, que a los aportes de los americanismos sumó el reconocimiento de la influencia de aquellos judíos sabios que asesoraban al Rey Alfonso, el sabio en el siglo XII, y reconoció la influencia y enriquecimiento del árabe en el idioma de la península ibérica.
Otra de los puntos que destacó es la visión que hoy tiene estados Unidos de lo hispánico que lo ve como una amenaza y que en realidad debería interpretarlo como una oportunidad, porque el español es la lengua de la hospitalidad.
fuente: Rosarinos.com / María Josefina Bertossi