
Por Partido Humanista de Chile. Pressenza.com. Medio Ambiente
Los efectos del cambio climático
El cambio climático es un fenómeno global caracterizado principalmente por el incremento de la temperatura promedio y la variabilidad climática, con eventos atmosféricos extremos (sequías, olas de calor, lluvias extremas, etc.) que afectan la calidad de vida y salud de quienes residen tanto en centros urbanos como en la periferia de Sudamérica. La alteración del medio ambiente ha contribuido al desplazamiento de las personas, de zonas costeras y agrícolas, ha aumentado la transmisión de enfermedades (dengue, malaria y respiratorias) y por sobre todo está causando pérdidas económicas significativas en los sectores agrícolas, pesqueros y turísticos, áreas de soporte laboral de núcleos familiares de gran parte de nuestra Latinoamérica.
Economías en riesgo
En países de Sudamérica como Perú, Chile y Argentina, la agricultura es una de las principales actividades económicas y fuente de sustento para miles de familias. Sin embargo, el incremento de las temperaturas y la reducción de las precipitaciones han puesto en riesgo la producción, afectando no sólo la economía local, sino también negativamente la seguridad alimentaria de la región. Según informes de la ONU y estudios recientes, estos cambios afectan la disponibilidad de agua y la estabilidad de los ciclos productivos.
Por ejemplo, en Chile la mega sequía, que afecta al país desde hace más de una década, ha provocado una crisis en el sector agrícola, afectando la disponibilidad de agua para riego y reduciendo significativamente la producción de frutas y hortalizas (Sigma Earth, 2023). En Perú, la región andina enfrenta constantes heladas que devastan cultivos de papa y maíz (COSUDE, 2023), mientras que Argentina ha experimentado incendios forestales y sequías prolongadas en la región del Gran Chaco y la Pampa, afectando a miles de productores rurales (PNUD, 2023).
El daño ambiental significativo, en diversos territorios geográficos del planeta, que han provocado estos eventos extremos, reflejan un patrón de vulnerabilidad que exigen nuevas formas de políticas públicas, estrategias de gestión y una adaptación de la humanidad a estos nuevos tiempos.
Innovación de políticas públicas
Michelle Muschett, secretaria general adjunta de Naciones Unidas y directora regional del PNUD (Programa de la Naciones Unidas para el Desarrollo) de América Latina y el Caribe, zona geográficamente reconocida como una superpotencia en biodiversidad, señaló “proteger la naturaleza no es solamente una prioridad entre muchas: es la base que sostiene nuestras economías, nuestras sociedades y la promesa de un futuro digno. El desarrollo humano no puede desvincularse de la salud de nuestro medio natural” ……” El PNUD trabaja con los países para transformar la forma en que se valora y financia la conservación de la naturaleza” (Sexta Conferencia Global sobre Financiación de la Biodiversidad, mayo 2025, Chile).
El mensaje concordante de los 130 países participantes, de este encuentro, fue que el cambio climático es uno de los impulsores de la pérdida de la biodiversidad, de la alteración de los hábitats, de interrumpir ecosistemas y la extinción de especies y que debe existir con premura un cambio significativo hacia políticas públicas y economías positivas, para la naturaleza, y que entreguen soluciones integradas y duraderas para las personas y el planeta.
Soluciones innovadoras desde las comunidades productoras
En este contexto, y punto crucial del planeta, es necesario reorientar los sistemas alimentarios, buscando una producción sostenible. Para Nicolas Ortiz Esaine, antropólogo y comunicador, es imprescindible un cambio profundo en la forma en que las comunidades productoras gestionan sus recursos. Además, el fortalecimiento de una “cultura innovadora” basada en el conocimiento local y la cooperación comunitaria permitirá a los pequeños agricultores no sólo sobrevivir, sino también prosperar en un entorno marcado por la incertidumbre climática. En este contexto, “la implementación de marcas colaborativas se convierte en una estrategia clara para fortalecer los mercados locales, visibilizar la producción sostenible y permitir el acceso a nuevos mercados” (Cultura innovadora y desarrollo de comunidades productivas emergentes, X Simposio Centro Mundial de Estudios Humanistas, mayo 2025)
La utopía en marcha
Habitamos un planeta finito desde los inicios de la toma de conciencia, pero seguimos creyendo que vivimos en un planeta infinito. Extraemos recursos, de forma ilimitada, destruyendo el medio ambiente para la concentración de capital, que luego termina en capitales especulativos; una rueda que sigue concentrando el poder y los beneficios en manos de pocos, en desmedro de la gran población mundial. Pero por primera vez en la historia, la humanidad tiene en sus manos la posibilidad de corregir el rumbo del camino que nos lleva directo al desastre, colapso, catástrofe y peligro de extinción de la vida humana, y es aquí donde debemos preguntarnos ¿Si queremos vivir?, ¿en qué condiciones queremos hacerlo? ¿y qué estamos dispuestos a hacer para lograrlo?
He ahí la utopía en marcha de estos tiempos.
Redacción colaborativa de Doris Balvin (Perú), Leonardo Marín (Argentina), Nicolás Ortiz (Perú), José Castillo (Chile), Ricardo Lisboa (Chile) y M. Angélica Alvear (Chile)
Comisión de Opinión Pública
Partido Humanista de Chile
Nota original en: PRESSENZA.COM