Rafael Bielsa salió ungido como el candidato oficialista que competirá con el socialista Hermes Binner por la Gobernación santafesina. El ex canciller obtuvo una victoria rotunda Rafael Bielsa salió ungido como el candidato oficialista que competirá con el socialista Hermes Binner por la Gobernación santafesina. El ex canciller obtuvo una victoria rotunda sobre su rival interno Agustín Rossi, a quien casi dobló en votos dentro de la compulsa del Frente para la Victoria, que se impuso, a la vez, al Frente Progresista por menos de dos puntos en la provincia.
En el plano municipal, el intendente Miguel Lifschitz apabulló a su rival interno, el arista Carlos Comi, por lo que enfrentará a Héctor Cavallero, quien se impuso con comodidad a Juan Sylvestre Begnis.
Si se suman frente por frente, la fuerza que postula a Binner no logró sacar la ventaja que esperaba sobre el peronismo, por lo que se abre un enorme signo de interrogación sobre el resultado final para las elecciones del 2 de septiembre, que a priori venía con todo el viento a favor para que el socialista rompiera el invicto del PJ en Santa Fe.
El Frente Progresista, que no tuvo confrontación interna en el rubro gobernador, sacó amplia ventaja en Rosario, un hecho que se esperaba. Binner le sacó 23 puntos a los dos candidatos kirchneristas juntos. En la ciudad de Santa Fe, otro distrito clave, el peronismo triunfó por un margen de casi tres puntos, cuando en elecciones anteriores el oficialismo hacía la gran diferencia y compensaba los votos rosarinos que, en marea, iban a parar a manos de la oposición.
Estos datos le permiten al oficialismo provincial, que gobierna Santa Fe desde 1983, posicionarse de una manera positiva de cara a las comicios generales de septiembre y retener eventualmente la Gobernación.
Para ello va a ser crucial cómo jueguen de ahora en más los referentes provinciales del PJ que en estas primarias se mantuvieron en un segundo plano. Por caso, el senador Carlos Reutemann, quien sigue teniendo una alta valoración positiva.
También va a resultar clave el comportamiento de la Casa Rosada, que acaba de definir a Cristina Kirchner como su candidata presidencial. Hasta ahora, la pingüinera se mantuvo prescindente en la interna del Frente para la Victoria, y hasta su neutralidad es interpretada como un guiño al socialista.
Con estos números, se entusiasman en el PJ santafesino, la primera dama va a bajar a la provincia a hacer campaña por Bielsa. Si a esto se le suma Reutemann, como también prometen, Binner va a tener que sudar bastante la camiseta para alzarse con un triunfo que todos ya daban por descontado.
Recomponer los pedazos sueltos del mosaico santafesino puede disparar múltiples lecturas. Una de ellas es qué harán los que votaron a Rossi en la interna, y si los que se inclinaron por el diputado kirchnerista harán lo mismo en la general, o va a fugar hacia el Frente Progresista o hacia otros partidos.
El aplastante triunfo de Bielsa, a pesar de ser una elección abierta, confirmó la vigencia del aparato peronista. Una prueba de ello es que en los lugares donde el nombre del ex canciller fue ligado a un referente local o a un senador departamental, la cifra que logró fue, en muchos distritos, muy superior a la obtenida por Rossi.
A pesar del triunfo del Frente para la Victoria (sumado los dos candidatos), juega a favor de Binner que los votos que consiguió en esta interna pueden considerarse puramente socialistas y otra vez fue el candidato más votado, aunque esperaba sacar más ventaja de la que finalmente logró, a juzgar por las primeras palabras que pronunció en su búnker.
Una dato saliente, que remarcó el propio candidato socialista, fue el alto porcentaje de votos en blanco, que rondó el 15 por ciento. La explicación para ello puede estar en el desconocimiento del sistema de elecciones abiertas; y otra puede dispararse en el descontento de los electores por imponerles la obligatoriedad en los comicios.
El resto de los candidatos que se presentaron obtuvo un respaldo opaco. La UCR que no se integró a Binner, representada por la fórmula Alicia Tate-Juan Carlos Millet, consiguió apenas el 3 por ciento, lo que confirma la profunda crisis del centenario partido.
La senadora Roxana Latorre, que compitió por fuera del peronista Frente para la Victoria, logró el 2 por ciento de los votos. Si bien es un guarismo exiguo, la compañera de bancada de Reutemann puede estar en condiciones de negociar el levantamiento de su candidatura a un mejor posicionamiento personal en el diagrama que armen los vencedores en la interna.
El comportamiento de los departamentos de la provincia no fue del todo homogéneo, pero lo que resalta es la adhesión que sigue manteniendo el peronismo en el interior profundo, sobre todo en el norte santafesino. También, aunque por menos margen, el Frente para la Victoria consiguió importantes resultados en distritos donde pesó el voto soja.
El corte de boletas representa algunos casos testigos. Un claro ejemplo de ello fue en la ciudad de Rafaela, donde el referente peronista Omar Perotti sacó más votos que los candidatos a gobernador por el kirchnerismo. El destape de las urnas mostraron votos que fueron para Perotti en lo local y para Binner a nivel provincial.
Algo parecido sucedió en Rosario: Cavallero sacó cinco puntos más que Bielsa y Rossi seis puntos por encima de Sylvestre Begnis, a quien postulaba para intendente.
De todas maneras, el socialismo en Rosario demostró, una vez, ser imbatible. Miguel Lifschitz, que va por la reelección, borró prácticamente a Comi (su rival en la interna) y le sacó más de 20 puntos a los dos candidatos peronistas sumados.
El ARI, una fuerza que supo tener una considerable adhesión en Rosario, esta vez se desdibujó, a tal punto que no conseguía poner a un concejal (Nire Roldán, en este caso) en un lugar expectante en la lista. Si se confirma esta tendencia en las generales, Lifschitz se encamina a tener el dominio absoluto del Concejo Municipal con una nómina puramente socialista.
En un escrutinio sumamente lento, la asistencia a las urnas fue levemente superior al 70 por ciento del padrón, un porcentaje similar a la anterior cuando se puso en práctica el nuevo sistema en lugar de la ley de lemas.
Fuente: Walter Palena / La Capital