[Casilda] – Un joven radioaficionado casildense logró comunicarse con uno de los astronautas que integran la quinta expedición en la Estación Espacial Internacional (ISS, sigla en inglés) que gira alrededor de la Tierra cada 90 minutos a 390 kilómetros de altura y a una velocidad de 27 mil kilómetros por hora. Pese al equipo poco sofisticado que usa, Alejandro Griffa consiguió su objetivo de comunicarse con una nave espacial. Es radioaficionado, tiene 16 años y habló con un astronauta que gira alrededor de la Tierra. La ISS comenzó a construirse en 1998 y será terminada en el 2006 para elaborar y ensayar nuevas tecnologías, medicamentos y productos industriales en un ambiente aislado de la gravedad terrestre y completamente controlado, lo cual es imposible en la superficie del planeta.
Después de intentarlo durante algunos días, finalmente Alejandro Griffa concretó su objetivo: entrar en contacto con los tripulantes de la nave espacial. El muchacho, de 16 años, estableció el enlace a través de su equipo de radio Yaesu FT 2400 que debió trasladar hasta el Aero Club Casilda porque desde la casa de sus padres, donde vive y tiene montada una pequeña base de operaciones, no tenía buena señal.
La comunicación se produjo la noche del pasado 30 de agosto, exactamente a las 19.27, aunque recién ayer se dio a conocer públicamente. Si bien no fue confirmado, Alejandro sería el primer santafesino en lograr esta hazaña, más aún si se tiene en cuenta que usó un equipo de radio poco sofisticado. El aparato de comunicación sólo tiene un alcance de 70 kilómetros terrestres, pero igualmente sirvió para establecer el contacto con la ISS, ya que al ser orientado hacia el espacio aumenta notablemente su capacidad de llegada.
Diálogo en el cosmos
La tripulación la conforman tres cosmonautas que también son radioaficionados: una mujer norteamericana, Peggy Whitson, y dos rusos, Valeri Korzun, el comandante de la misión, y Sergei Treshchev. Alejandro habló con Korzun, quien tiene como licencia de radio el código RZ3FK. Los ocasionales interlocutores mantuvieron un pequeño dialogo (duró poco más de dos minutos) en idioma inglés, que quedó registrado en una grabación que el joven casildense guarda celosamente como recuerdo.
«Como los radioaficionados estamos autorizados a hablar con astronautas, nos propusimos con mi padre este desafío y lo logramos. La charla duró poco tiempo, conversamos sobre cómo llegaba la comunicación y le comenté que era un joven radioaficionado que estaba junto a un grupo de colegas», contó Alejandro, quien aún sigue sorprendido por la experiencia que vivió.
«La verdad que no fue fácil. Cuando logramos el contacto sentí una emoción bárbara y no podía creer que estaba hablando con un astronauta ruso», comentó el muchacho, tras valorar el apoyo que recibió de su padre Daniel para alcanzar su meta. «Mientras yo transmitía mi papá se ocupaba de orientar la antena en dirección hacia la estación espacial para mejorar la señal», recordó. Durante cinco días Alejandro y su padre trataron de comunicarse desde la casa donde viven pero «había mucho ruido en la señal», comentó el joven. Decidieron entonces intentarlo desde el aeródromo y lo lograron.
Alejandro comenzó a dar sus primeros pasos como radioaficionado hace unos dos años en el Radio Club Casilda y dice ser un apasionado por el tema. Actualmente posee la licencia LU7 FLD, pertenece a la categoría novicio y tiene previsto rendir en noviembre para ascender de calificación. Asegura que sus compañeros de colegio (cursa el segundo año del polimodal en el complejo educativo Michelangelo Buonarrotti) no le creyeron su hazaña hasta que les hizo escuchar la grabación.
«Aún no lo tengo decidido, pero me gustaría seguir estudiando alguna carrera relacionada con la radio», dice convencido Alejandro, mientras imagina comunicarse nuevamente con los cosmonautas.»Lo voy a intentar otra vez cuando suba a la nave a través del transbordador espacial el cantante del grupo norteamericano Aerosmith y espero tener suerte», dijo. Según Alejandro, «cuando la nave pasa sobre la Argentina se puede observar por la noche a simple vista y es como una pelota de golf».
Programa multimillonario
La Estación Espacial Internacional (ISS) constituye el programa de investigación científica multinacional más importante de la historia. Involucra a las agencias espaciales de unos 16 países (Estados Unidos, Rusia, Japón, Canadá, Italia, Dinamarca, Noruega, Bélgica, Holanda, Francia, Alemania, España, Gran Bretaña, Suecia, Suiza y Brasil).
El costo del proyecto, que culminará en el 2006, se estima en 100 mil millones de dólares y afecta a unos 100 mil profesionales además de miles de operarios de todo el mundo. La ISS es una gran nave que órbita alrededor de la Tierra y donde los astronautas pueden vivir y trabajar durante varias meses. Está equipada con unos gigantescos paneles solares, paredes y escudos, que protegen a la tripulación de la radiación. Además cuenta con puertos de acoplamiento para recibir cohetes, naves o transbordadores que trasladan equipos, cosmonautas, operarios o científicos. Una vez terminada la ISS tendrá un tamaño similar a la de un campo de fútbol. Actualmente está formada por tres módulos que suman 81 toneladas de masa y 43 metros de longitud y su primer segmento fue lanzado al espacio en 1998.