Juan Nyffenegger: «la ciudad puede convertirse en un destino turístico, los privados deberán generar circuitos para captar turistas». Aseguró que lo mejor de la ciudad «es la gente porque los rosarinos son amables y prestan buenos servicios, lo que representa un gran potencial». Y se propone llevar adelante una «política de superación». … «Nosotros vamos a promocionar la ciudad, pero el sector privado tendrá que generar los circuitos y las cadenas de comercialización necesarias para captar turistas», aseguró el flamante presidente del Ente Turístico Rosario (Etur), Juan Nyffenegger. Luego del acto de asunción que se realizó el Miércoles 18 de Diciembre de 2003 en el salón Carrasco del Palacio Municipal y del que participaron los principales empresarios del sector, el funcionario dialogó nosotros y dijo estar convencido de que «la ciudad puede convertirse en un destino turístico» y señaló que lo mejor que tiene «es la gente porque los rosarinos son amables y prestan buenos servicios, lo que representa un gran potencial».
Nyffenegger ocupó el cargo de gerente local de Aerolíneas Argentinas desde 1986 a 1992 y en los dos últimos años estuvo a cargo del área de ventas de la compañía aérea Southern Winds. Ahora, se propone desde el Etur llevar adelante «una política de continuidad, pero también de superación».
-¿Cree que Rosario es una ciudad vendible turísticamente?
-Estoy convencido. Siempre se considera al turismo como de vacaciones; pero, por ejemplo, todas las personas que vienen a Rosario a hacer negocios también son potenciales turistas. La idea es aprovechar esos casos y lograr que vuelvan.
-¿Cómo va a vender a Rosario?
-Vamos a encarar una política de continuidad, pero también de superación. Vamos a trabajar para lograr una mayor penetración del producto Rosario en los mercados generadores de turismo.
-¿Y cómo se llega a ese objetivo?
-Primero hay que posicionar a Rosario como destino en su totalidad. Después hay subproductos, como son el río Paraná, la actividad cultural, los eventos deportivos, las ferias y los congresos. La ciudad tiene atractivos para explotar, pero depende del segmento del mercado al que se apunte. No es lo mismo una persona que viene de compras, que otra que quiere una experiencia de turismo de aventura en la isla.
-¿Van a centrarse en algunos de esos segmentos en particular?
-La idea es desarrollarlos todos. Desde el Etur vamos a darle difusión al destino Rosario, pero los privados tendrán que generar los circuitos y las cadenas de comercialización necesarias para captar mayor cantidad de turistas.
-¿Qué es lo peor de Rosario?
-No sé si es lo peor, pero no podemos pensar a Rosario como una ciudad como destino para vacacionar, en verano y en familia por 15 días. Este no es el segmento del mercado al que hay que atacar, sino apuntar a congresos, convenciones, reuniones empresariales, espectáculos deportivos, el río con sus variables, la cultura y el teatro.
-¿Y lo mejor de la ciudad?
-Es una ciudad sumamente vivible y el río es uno de los sectores que hacen a su belleza geográfica. Pero sobre todo está la gente que es lo que le otorga alma a una ciudad. En ese sentido, el rosarino es amable, receptivo, presta buenos servicios y el turista se siente bien atendido. Ese es un gran potencial y en la medida que eso se profesionalice sin perder la calidez, es mucho mejor.
-El Congreso de la Lengua será el evento más importante del 2004, ¿cómo se lo va a explotar desde el Etur?
-Trataremos que la gente que venga a Rosario para el congreso, vuelva en el futuro. Para que vean a Rosario como un destino futuro, deberá prestarse atención a la calidad de los servicios que se brinden.
-¿Qué papel juega la infraestructura y cuál es la situación de la ciudad en este sentido?
-La infraestructura siempre es necesaria y mejorable, aunque claro que se requieren inversiones. Por un lado, por parte del Estado en la construcción de caminos, mejoramiento de accesos y limpieza de la ciudad. Pero en esto último también participa el ciudadano porque hay que lograr una conciencia turística, desde los taxistas y los comerciantes a los empleados de la terminal de ómnibus. Porque cuanto mejor vivan las personas de la ciudad, más la van a disfrutar quienes la visitan.
textos: Eugenia Langone, diario La Capital.
Fotos: Claudio Attardo- Patricia Flacco