Llegaron los campeones, los cuatro chicos de Newell’s que ganaron con la selección argentina el Sudamericano Sub 17 arribaron ayer a Rosario. Formica, Garay, Rodas y Villagra hablan de la alegría por el título y de una experiencia que será inolvidable. Cuando asomaron al hall del aeropuerto de Fisherton sus inocentes rostros se iluminaron merced a los flashes de las cámaras. Sus ojos comenzaron a brillar y de inmediato fueron amenazados por algunas lágrimas. Se percibía que la emoción los superaba. Y era lógico. Aún no lograron poner los pies sobre la tierra. Ahí estaban ellos. Los flamantes e históricos pibes rosarinos que aportaron su granito de arena para que el seleccionado nacional se quedara con el título sudamericano Sub 17, que culminó en Bolivia el domingo. A pesar del cansancio hicieron un paréntesis y los jugadores de Newell’s Lautaro Formica, Ezequiel Garay, Gustavo Rodas y José Villagra nos dejaron estas palabras.
-¿Son conscientes de lo que lograron?
-Más o menos. Si bien hacía mucho tiempo que un Sub 17 no lograba quedarse con este título, la verdad es que pudimos cortar esa mala racha y nos pone muy contentos. (Formica)
-Si bien la meta principal era lograr uno de los tres boletos para el Mundial, el hecho de haber salido campeones nos marcó un antes y un después, tanto como jugadores como personas. (Rodas)
-Hasta ahora no pudimos disfrutar mucho porque nos pasábamos viajando de un avión a otro. Pero sé que este título es muy importante para la Argentina. (Garay)
-¿Sentían que tenían la obligación de ganar el Sudamericano?
-No. Aunque antes de que empezara el torneo estaba tranquilo porque sentía que teníamos plantel como para quedarnos con el título. Y lo logramos, con nuestro sacrificio, tanto fuera como dentro de una cancha. (Villagra)
-No. Si bien es cierto que hacía muchos años que no se lograba un título con el Sub 17 ahora pudimos cortar la racha. La única presión que teníamos en todo caso era la de clasificarnos para el Mundial. (Garay)
-¿El empate ante Colombia lo tomaron como una derrota?
-Sí. Es más, nos habíamos quedado con la espina de que nos habían empatado en el último minuto. Por eso nos propusimos después ganarle a Brasil para tratar de aliviar ese dolor. (Formica)
-Garay, ¿sos consciente de que fuiste uno de los mejores jugadores del torneo?
-No, pienso que hice un buen campeonato, pero creo que la figura fue todo el equipo.
-Rodas, ¿qué sentiste al ser el enganche del equipo y además llevar la número 10 en la espalda?
-Una sensación que no se puede explicar. Es algo maravilloso.
-¿La final fue más complicada de lo que se imaginaron?
-Puede ser. Empezamos muy bien y nos fuimos al descanso en ventaja. Después nos quedamos un poco y ellos aprovecharon los espacios para complicarnos y llegaron al empate. Pero luego supimos controlarlos y terminamos haciendo un buen partido. (Garay)
-Entramos jugando muy tranquilos porque teníamos un equipo bárbaro. Y por eso logramos hacer un muy buen primer tiempo. Aunque después nos complicaron un poco cuando nos empataron, pero los supimos frenar sobre el final. (Formica)
-¿Pensaban que se les venía a la noche en ese momento?
-Sí. Pero pero por suerte con el Negro -Garay- sacamos todo lo que nos tiraban. (Formica)
-Un poco. Pero todo el equipo puso lo mejor de cada uno para tratar de nivelar las cosas y lo supimos hacer. (Villagra)
-¿Cuál fue el rival más complicado? -Brasil fue el más duro y más difícil que enfrentamos en todo el torneo (Rodas).
-No tengo dudas de que fue Brasil. (Villagra)
-Ni pensarlo, Brasil. (Formica)
-¿Ya están pensando en el Mundial?
-No, si antes tenemos que jugar un torneo en Corea. Después habrá tiempo para pensar en el Mundial. (Formica)
-Todavía falta mucho tiempo. Primero debemos ir a Corea y habrá que tratar de hacer un buen torneo para que nos sigan teniendo en cuenta. (Garay)
-No. Si bien todo jugador sueña con poder jugar un Mundial, lo cierto es que todavía falta mucho tiempo. (Rodas)