El Presidente encabezó un acto en territorio bonaerense, donde señaló que «la mayor complicación económica que sufre el mundo» por la invasión rusa a Ucrania es una «una lucha tremenda por los alimentos, y vuelan los precios en todo el mundo».
A horas de conocerse el nuevo dato de inflación oficial correspondiente al mes de febrero, el presidente Alberto Fernández anunció que «el viernes empieza la guerra contra la inflación en la Argentina».
«Quisiéramos que eso no nos pasara ahora, porque nos cuesta mucho recuperarnos. Espero que esta semana podamos empezar a poner orden al tema de la deuda tremenda de la deuda que heredamos. Y el viernes empieza la guerra contra la inflación en la Argentina; vamos a terminar con los especuladores», afirmó al encabezar el acto de inauguración de la renovada estación Tortuguitas de la línea del ferrocarril Belgrano Norte, en el partido bonaerense de Malvinas Argentinas.
«Cada vez que creemos que la situación se ordena todo empieza a complicarse de vuelta», comenzó Alberto Fernández su discurso haciendo alusión al conflicto entre Rusia y Ucrania, al tiempo que señaló que «la mayor complicación económica que sufre el mundo» es una «una lucha tremenda por los alimentos, y vuelan los precios en todo el mundo».
En la misma línea el Jefe de Estado reconoció que «los problemas de viviendas como de trenes no los arreglan los privados, sino el Estado» y afirmó: «No nos vergüenza decir que el Estado tiene que estar presente para poner justicia donde el mercado genera injusticia».
El mandatario afirmó que la guerra «tiene repercusiones en todo el mundo». «No llegan en forma de balas, llegan en forma de repercusiones económicas, y la mayor repercusión económica es que esa lucha ha desatado un aumento de los precios en todo el mundo», argumentó.
«Nos cuesta mucho recuperarnos de esa inflación de quien presidió mi mandato, que nosotros creímos empezar a resolver, pero ahora se vuelve a desatar con toda ferocidad», reconoció.
En la misma línea el Jefe de Estado reconoció que «los problemas de viviendas como de trenes no los arreglan los privados, sino el Estado» y afirmó: «No nos vergüenza decir que el Estado tiene que estar presente para poner justicia donde el mercado genera injusticia».
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