Tres personas, de una treintena de espectadores heridos ayer miércoles por la embestida de un toro que logró saltar las vallas en una plaza de la localidad navarra de Tafalla, seguían hospitalizadas este jueves, anunció el Gobierno regional.
Tres personas, de una treintena de espectadores heridos ayer miércoles por la embestida de un toro que logró saltar las vallas en una plaza de la localidad navarra de Tafalla, seguían hospitalizadas este jueves, anunció el Gobierno regional.
Se trata de un niño de 10 años, en estado "estable" aunque "grave", de una mujer de 23 y un hombre de 41, cuyo pronóstico es "favorable" en ambos casos, precisó en un comunicado el Gobierno de Navarra.
Otras cinco personas fueron hospitalizadas el miércoles en el mismo hospital, el Complejo hospitalario de Navarra, en Pamplona, por "contusiones y traumatismos", añadió el comunicado.
Asimismo, 24 personas fueron atendidas en el centro sanitario de Tafalla con "diversas contusiones", según la misma fuente. Varias personas recibieron los primeros auxilios en la arena, sobre todo por contusiones menores.
Un toro provocó el pánico el miércoles por la tarde en la arena de Tafalla al saltar las vallas y alcanzar las gradas por encima del "callejón", el corredor que rodea la plaza.
Los espectadores, aterrorizados, intentaron escapar a las cornadas del toro Quesero, un bravo de más de 500 kilos.
"Jamás había sentido tanto miedo. Aún me tiembla el pulso. El toro ya había hecho un par de intentonas, pero yo estaba relativamente tranquilo. Y de repente, he visto que el animal saltaba y, tras quedarse clavado en la valla unos segundos con medio cuerpo colgando, se nos ha venido encima", relató un testigo al diario ABC.
"Entonces ha llegado el caos. Yo me he tirado escaleras abajo y todo el mundo se ha vuelto loco. Había pisotones, empujones, chillidos, golpes", añadió para ilustrar la gran confusión vivida.
El animal fue controlado tras 15 minutos de angustia por los empleados del coso, antes de ser sacrificado.
No participaba en una corrida clásica sino en uno de los festejos llamados ‘recortadores’, durante el que se trata de evitar al animal acercándose lo más posible a su amenazado cuerpo.
Algunos toros logran saltarse el ‘cajellón’ durante las corridas, pero es muy raro verlos llegar hasta las gradas. (AFP)
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