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Según varios mitos, el fénix es un ave fabulosa que, tras arder bajo el fuego, resurge de sus propias cenizas. Cada 500 años renace para empezar de nuevo un ciclo interminable.
Son aves muy esbeltas, de entre 80cm y 1,40m de largo. Poseen un pico perfectamente adaptado para hurgar en el barro. La mandíbula superior es de menor tamaño que la inferior que es la única móvil. El pico está dotado de unas laminillas internas para retener sustancias alimenticias al filtrar el limo. Los pies tienen cuatro dedos, los tres delanteros unidos por una membrana y el posterior muy pequeño.
Mientras vuelan mantienen el cuello y las patas completamente estiradas.
Necesita grandes extensiones de agua poco profunda, normalmente salina, salobre o alcalina, desde el nivel del mar hasta los 5000 msnm.
Hacen los nidos de barro, con forma de tronco de cono, con la cima cóncava, donde ponen un único huevo blanco (a veces dos) que incuban durante unos treinta días. Los flamencos alimentan a sus crías con una “leche” similar a la de las palomas, pero con más grasa y menos proteínas, que es producida por glándulas ubicadas en la zona superior del tracto digestivo. Las crías son alimentadas con este producto durante unos dos meses, hasta que su pico está suficientemente desarrollado para filtrar el alimento.
Los flamencos se alimentan, mediante filtración, de crustáceos y algas. Sus picos, extrañamente formados, se adaptaron para separar el barro de la comida que consumen, y los usan singularmente al revés. La filtración de comida se apoya en estructuras filamentosas llamadas lamelas, pequeñas láminas que están en las mandíbulas y una lengua áspera y grande.
Las crías de flamenco salen del cascarón con el plumaje blanco, pero las plumas del adulto son de color rosa luminoso a rojo, debido a carotenoides obtenidos de su alimento. Un flamenco que se alimenta bien y es saludable es de color rosa luminoso a rojo. El flamenco más rosado es el más deseable como compañero. Un flamenco blanco o pálido está generalmente enfermo o sufrido de falta de comida.
Es de gran tamaño, de pico y garras fuertes y con un plumaje de colores entre el amarillo y el rojo incandescente. Los primeros naturalistas, por su envergadura y fuerza, lo compararon con las águilas, Carl Linnaeus, por su esplendor, lo relacionó con los flamencos. El nombre científico Phoenicopterus ruber significa “alas rojas de Fénix”, y su nombre común proviene de “flama”, es decir, llama. Si existen aves mitológicas, estas son, sin duda alguna, los fogosos flamencos.
El flamenco sigue fiel a la laguna de Fuente de Piedra pese a la severa sequía. Estas aves rosa llegaron este mismo febrero a la reserva -antes que otros años- por las suaves temperaturas. En un año hidrológico con unas precipitaciones por debajo de la media, la laguna acoge 4.700 flamencos, según el último censo invernal. Flamencos que, como siempre, tiñen de rosa el paisaje de la reserva natural.
Según varios mitos, el fénix es un ave fabulosa que, tras arder bajo el fuego, resurge de sus propias cenizas. Cada 500 años renace para empezar de nuevo un ciclo interminable. Es de gran tamaño, de pico y garras fuertes y con un plumaje de colores entre el amarillo y el rojo incandescente.
Los primeros naturalistas, por su envergadura y fuerza, lo compararon con las águilas, Carl Linnaeus, por su esplendor, lo relacionó con los flamencos. El nombre científico Phoenicopterus ruber significa “alas rojas de Fénix”, y su nombre común proviene de “flama”, es decir, llama. Si existen aves mitológicas, estas son, sin duda alguna, los fogosos flamencos.
No viven entre llamas, pero su hábitat es un infierno. Acercarse a las colonias de flamencos enanos en Kenia es una temeridad. Los lagos donde crían son extremadamente calientes y alcalinos, con temperaturas de hasta 60 grados centígrados y pH de 10,5. Es un caldero cáustico que mantiene a raya a los posibles enemigos. Las patas de los flamencos enanos están cubiertas por unas duras escamas que los protegen de las corrosivas aguas, y sus pies palmeados evitan que se hundan en el barro.
Aun así, a medida que la estación seca avanza, pueden quedarse atrapados, ya que se evapora el agua y la salinidad aumenta drásticamente y es superior a la del mar. Gracias a que disponen de unas glándulas excretoras de sal junto a sus picos, puedan beber de las aguas salobres. Su método de alimentación es de lo más particular.
Los flamencos son de color rosáceo, más o menos fuerte, desde el rosa pálido del flamenco común, hasta el color salmón del flamenco del Caribe. Básicamente la intensidad depende de la cantidad de carotenoides presente en sus dietas. Su sistema digestivo extrae los pigmentos de los alimentos disolviéndolos eventualmente con las grasas. Poco a poco se acumulan en las plumas a medida que estas crecen. Probablemente su aspecto sonrosado sea una consecuencia fortuita e indirecta de la alimentación.
Con información de: https://elpais.com/
Fotografía de portada: Gabriel De las sala (Flamenco Austral (Phoenicopterus chilensis) en Laguna Nimez, El Calafate, Santa Cruz)
Fuente: NuestroClima.com