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El precio de la soja cayó un 30% desde comienzos de año y el ingreso de dólares podría resentirse en USD 3000 millones en el segundo semestre, según una estimación de Invertir en Bolsa (IEB). Los analistas del mercado de granos proyectan que los precios se acomodarán en niveles sensiblemente inferiores a los de los últimos años. Esto restringirá los márgenes de los productores -con impacto en la actividad económica vinculada a la buena cosecha-, la acumulación de reservas del Banco Central y las cuentas fiscales de un Estado en situación de ajuste permanente.
Una serie de datos sobre mejoras en la oferta de soja a nivel global deprimió los precios del cultivo clave para la estabilidad macroeconómica del país a valores en torno a los USD 350 por tonelada. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) proyectó una muy buena campaña en aquel país, con suba de área sembrada y rindes, que redundará en una mayor oferta. Si bien la cotización interna resistió mejor que la referencia del mercado de Chicago, los números ya están lejos de los precios altos de los últimos años.
“Hay una sobreoferta estructural muy grande, que crece de un año a otro entre 35 y 40 millones de toneladas”, explicó Gustavo López, presidente de Agritrend. En Argentina, un aumento de costos en dólares hace que los márgenes de los productores se compriman. “Los precios no son tan rentables como los de los últimos dos o tres años”, dijo Nicolás Sesnich, analista de FyO. “Los alquileres fueron aumentando por la rentabilidad extraordinaria y ahora quedaron altos, y los precios de los insumos crecieron”, añadió.
El analista Javier Preciado Patiño, complementó: “Los costos de producción aumentaron, con un tipo de cambio para importar todavía más alto que el dólar exportador” por el impacto del impuesto PAIS en los insumos.
Las ventas ya venían algo demoradas, con productores que miraban más la brecha cambiaria que la tónica bajista del mercado. Esto contrasta con la necesidad de divisas del Banco Central para atender pagos de deuda y mayores compromisos con importadores. Según López, con precios de mayo, el complejo sojero iba a aportar casi USD 20.000 millones de los USD 32.000 millones en exportaciones de la agroindustria. “Ahora, el mismo cálculo da un total de casi USD 30.000 millones, con una merma de hasta USD 18.500 para la soja y sus derivados”, sostuvo.
La baja en los ingresos del agro llega en momentos en que los consultores privados estiman reservas netas negativas en el orden de los USD 6000 millones, con pagos de deuda que se acumulan e importaciones que comienzan a recuperarse. “La inquietud del mercado (reflejada en el nivel del riesgo país) es hasta dónde seguirán bajando las reservas netas en los próximos meses si la política cambiaria mantiene como prioridad máxima una desinflación rápida”, advirtió la consultora 1816.
Por un lado, las importaciones comenzaron a repuntar y continuarían al alza si la baja del impuesto PAIS redunda en un abaratamiento de las compras al exterior tanto de insumos y bienes terminados. Por otro lado, el Gobierno aceleró el esquema de pagos de los importadores, al pasar el acceso a las divisas de cuatro a dos cuotas mensuales. En ese contexto, las reservas netas terminarían el 2024 en torno a los USD -10.000 millones, según Equilibra.
Esta caída en el precio internacional también afecta la cuenta fiscal. La recaudación por derechos de exportación se resentiría en casi USD 500 millones, según los cálculos del presidente de Agritrend. Los ingresos por retenciones y por impuesto PAIS son los únicos que crecen en lo que va del año. El Gobierno se comprometió a bajar el gravamen a las importaciones desde el próximo mes. Ante la caída de los ingresos, deberá ajustar más el gasto para sostener los superávits primario y financiero.
La baja de la soja se da en momentos en que los productores deciden la próxima campaña, con el maíz afectado por la chicharrita. “Se habla de alrededor de 20 a 25% de merma en maíz, con el grueso del área pasando a soja”, sostuvo Dante Romano en un informe de la Universidad Austral.
Por eso, se verán afectadas las cuentas de 2025, a menos de un mes de que el Ejecutivo envíe al Congreso el proyecto de Presupuesto. Matías Surt, economista de Invecq, estimó que los menores precios internacionales del agro implicarán una caída de USD 5000 millones en las exportaciones y de USD 1200 millones en las retenciones.
“La combinación de decidir comprimir la brecha interviniendo en los mercados paralelos, el acortamiento de los plazos de pagos de las importaciones, la caída del precio de los commodities (en particular el de la soja) y la tendencia estacionalmente negativa de las exportaciones en el segundo semestre del año sugiere que las perspectivas para la acumulación de reservas seguirán siendo desfavorables”, afirmó la consultora LCG. “A esto se suman pagos netos por Bopreales (los bonos del Banco Central para pagar deuda de importadores) y por deuda provincial y el vencimiento de USD 4500 por Globales y Bonares en enero 2025”, añadió.
Fuente: CENITAL
Autor: Esteban Rafele