Los trabajadores de la industria aceitera comenzaron una medida de fuerza que impacta fuerte en Santa Fe. La agroexportación cruzó a la dirigencia y criticó la decisión.
La CIARA difunde que es una medida ilegal. Mientras tanto la huelga se siente en las plantas de San Lorenzo, Puerto General San Martín y Timbúes.
Si bien no se especificó la duración de la medida de fuerza, no significa que se trate de un paro por tiempo indeterminado hasta que se firme un nuevo acuerdo, sino que las conducciones irán analizando cuándo levantar el mismo. Vale recordar que en otras ocasiones el conflicto se endureció con semanas sin actividad producto de las mediadas de fuerza.
Este Martes, los gremios aceiteros iniciaron un paro nacional por tiempo indeterminado tras el fracaso de la reunión paritaria del lunes, afectando particularmente a las empresas del Cordón Industrial.
Desde el primer cambio de turno en el día, comenzaron los bloqueos en varias plantas ubicadas en San Lorenzo, Puerto General San Martín y Timbúes como Terminal 6, Cofco, Cargill y Bunge, lo que generó una gran acumulación de camiones en las banquinas de las rutas de la región, con aproximadamente 5.000 vehículos en tránsito afectados.
La protesta fue organizada por la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina (FTCIODyARA) y el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (SOEA) San Lorenzo, debido a la «falta de acuerdo en la negociación colectiva salarial aceitera».
Argumentan que «el proceder empresario, de un sector que ha acumulado ganancias extraordinarias durante décadas, refleja una actitud especulativa y una clara ausencia de empatía con los trabajadores y la crítica situación económica».
Los gremios explicaron que su reclamo paritario se basa en el derecho a un Salario Mínimo, Vital y Móvil que asegure a los trabajadores la satisfacción de nueve necesidades fundamentales contempladas en la Constitución y la ley de Trabajo: alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte y esparcimiento, vacaciones y previsión.
La Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA), una de las patronales del sector, respondió que el paro carece de «fundamento gremial» y emitió un comunicado en el que interpreta que la medida de fuerza responde a razones ajenas al ofrecimiento salarial de las empresas: «Los sindicatos presionan por un aumento mayor y por el impacto de Ganancias, que claramente es un problema ajeno a la industria; es un impuesto y, como todo tributo aprobado por el Congreso, se debe pagar».
Por su parte, los gremios señalaron que tras ocho horas de negociación el lunes, recibieron de parte de los representantes patronales de las cámaras CIARA, CIAVEC y CARBIO una respuesta «insuficiente y provocadora». Afirmaron que esto va en línea con la gestión de un gobierno nacional que «busca la destrucción de los salarios, devorados diariamente por la liberación de precios de todos los productos que consumimos, constituyendo la base de su política económica».
Las federaciones de trabajadores aceiteros agregaron que se trata de un sector empresarial «que ha acumulado ganancias extraordinarias durante décadas» y que la negativa a acordar los montos solicitados por los gremios «refleja una actitud especulativa y una clara ausencia de empatía con la situación de los obreros y empleados aceiteros en el marco de la coyuntura crítica que sufre toda la clase trabajadora argentina».