Desde diversos rubros claves alertan sobre una profundización en el primer bimestre.
La necesidad de aplicar programas de financiamiento y destrabar el pago de las importaciones para mejorar la oferta.
Por Nazarena Lomagno. AMBITO
Consumo: las perspectivas en distintos sectores
El receso de verano y el tiempo de festividades lleva a analizar las ventas de alimentos en los paradores ruteros. Para el director de Ventas y Marketing de Atalaya, Juan Castoldi, hubo un gran salto del costo de la mercadería referenciada en el dólar oficial, como el café, el chocolate y el packaging. Sin embargo, nota en el último mes una “ligera caída” del 5% sobre el mismo mes del año anterior, tras “la incertidumbre por el cambio de Gobierno”, pero también por cuestiones climáticas, ya que diciembre “fue muy lluvioso y no hubo tantas salidas espontáneas”.
Para Mario Gil, titular de la productora de autopartes Litton Brakes, el arranque de la temporada suele ser el puntapié para incrementar la actividad. Esto es porque diciembre es un mes donde típicamente las familias buscan acondicionar el auto para irse de vacaciones. No fue la ocasión. Cuenta el empresario que hasta noviembre los consumidores buscaron cubrirse de la futura devaluación comprando mercadería, pero al mes siguiente la devaluación, junto a la reducción de los plazos de pago, la distorsión de precios y la dificultad de pagar las importaciones hicieron que las ventas cayeran un 25%. “Creemos que sucederá lo mismo que cuando Prat Gay devaluó bruscamente, los fabricantes no podremos trasladar toda la devaluación a precios por el nivel de retracción económica. Hasta ahora, del 118% solo trasladamos el 20%”, advierte Gil.
Bajo esa lógica, estima que la demanda caerá entre 15% y 20% en estos dos meses, aun manteniendo la competitividad de su empresa. “La gente no va a tener plata para arreglar el auto”, lamenta. Además, la reposición de insumos cada vez se dificulta más. Según cuenta, los importadores que revenden a la industria multiplicaron por tres los precios y un embarque de chapa no se puede adquirir ni con la facturación total del mes. “Hay una baja significativa en las ventas y en la rentabilidad y dificultades para sostener la actividad. Traerá una merma muy grande en las inversiones productivas”, advierte el empresario.
Juan Carlos Serrano vende muebles y colchones en Muebles Serrano y, de los entrevistados, es quién marcó la peor disminución de ventas durante el mes pasado, en un 50% interanual. “Y eso que esperábamos algún repunte por el aguinaldo, pero en colchones marcamos esta baja fuerte”, admite. Para enero, espera “la austeridad” buscando “salvar costos y pagar sueldos”. Por el tipo de productos que vende, entiende que sufrirán primero el recorte de gastos. “El margen de tarjetas de crédito disponible para nuestro rubro será mínimo, no vendemos bienes de primera necesidad”, alerta Serrano.
Por esto último es que Fabián Castillo, presidente de FECOBA, solicitó al Gobierno la continuidad del plan Ahora 12. Desde Comercio Interior confirman el programa “Cuota Simple” a partir del 1° de febrero, con un plan de 6 cuotas sin interés y 12 con interés. Además, Castillo resalta que las pymes “no son formadoras de precios” y que se necesita “abrir líneas de crédito para generar mayor oferta” y así descomprimir los precios. Según un informe de la entidad, el 60,8% de los empresarios relevados cree que las ventas posteriores a Reyes “bajarán notablemente”. El 52,9% sostiene que será por el aumento de precios que ofrecen y el 35,3% por los bajos salarios.