«¿Recién ahora está tranquilo?», se le preguntó ayer a Miguel Lifschitz, poco después de que Norberto Nicotra admitiera que había perdido las elecciones del domingo. Convertido entonces en intendente electo, Lifschitz dijo que «siempre» estuvo tranquilo «porque los cómputos que tenemos son claritos», pero admitió que la actitud de su rival … «despejó todo tipo de dudas» y al mismo tiempo «dejó muy contento» a Hermes Binner.
El exitoso socialista consideró que los peronistas nicotristas «seguramente entendieron que no se puede dar vuelta» la ventaja que el lema PS logró para la Intendencia, y aseguró que esa diferencia -«aunque no tengo los números a mano»- llega a «los cinco mil votos y pico».
«No hay antecedentes -agregó- de que se haya dado vuelta un diferencia así en el escrutinio oficial, definitivo». Explicó además que las boletas impugnadas o recurridas por los justicialistas «no llegan a 700» y las de los policías «a 1200». Por eso dijo que «aún si todos esos votos fueran para ellos, ganamos, no nos alcanzan».
Lifschitz estimó que Nicotra «tal vez se podría acercar algo» a la cantidad de sufragios que obtuvo su sector, pero «sin embargo, me parece más probable que nosotros aumentemos la ventaja» cuando esté terminado el escrutinio definitivo, probablemente a mediados de la próxima semana.
Con otro panorama a la vista luego del reconocimiento de su victoria en las urnas, Lifschitz le restó importancia a la denuncia que el nicotrismo lanzó el martes sobre el hallazgo, en un basural, de documentación vinculada a las elecciones del domingo. «Todo ha sido muy tranquilo, transparente como pocas veces. Casi no hubo discusiones», dijo para volver a descartar que la aparición de esos documentos pueda estar relacionada con alguna irregularidad.
Puesto casi en intendente, Lifschitz admitió que a partir de ahora, pero sin demasiadas urgencias porque Binner tiene tres meses de mandato, comienza la tarea de seleccionar a los integrantes del equipo con el que iniciará su gestión el 10 de diciembre.
En ese terreno, no dejó de reconocer la posibilidad de convocar a especialistas de otros partidos políticos o referentes de sectores sociales, empresariales y culturales, independientes. «También puede quedar gente del actual equipo de gobierno», adelantó.
Finalmente y sobre el fracaso de las tratativas preelectorales para tejer un acuerdo con el ARI, Lifschitz dijo que «sin duda» hubieran aumentado las posibilidades de la oposición santafesina si se daba una coincidencia con la agrupación de Elisa Carrió. «Ganamos con comodidad Rosario, y tal vez la provincia, pero ya no puede hacerse nada», concluyó.